martes, 15 de julio de 2008

Barcelona Harley Day's... (1)


Hola amigos/as:
Es jueves 10 de julio, la hora de partida es ya próxima. Empieza el gusanillo a roerme el interior, y me lo roe porqué la emoción de reencontrarme con algunos compañeros de ruta en la ciudad de Barcelona, en los actos de celebración de los 105 aniversarios de una marca mítica y mística, por segunda vez en cinco años, es algo magnífico. Tengo ganas de bajar a recoger a Arturo para ir juntos.
Llego a casa de Arturo y Mercedes, su preciosa mujer me comenta que Arturo está en el German (mecánico de la moto) y que lo vaya a recoger. DLY (Deli para los amigos) tiene problemas de última hora (y es la segunda vez que antes de un evento a la moto de Arturo se le atragante la emoción). Debemos de esperar unas dos horas para que este en perfecto estado de disfrute.
Transcurrido el obligado y eterno tiempo de espera nos ponemos en ruta camino de Barcelona. Vamos con emoción contenida que se sale de nosotros al llegar al recinto ferial de Barcelona. Motos y más motos en el parking.
Cuero, tejanos, brillantina, botas, pelo largo, media melena, corto, botas de cuero, pantalones cortos con largas y bellas piernas, camisetas que dejan ver las estupendas lorzas de carne producto de la cerveza y otros excesos, chicas guapas, chicos feos, chicas malas, chicos guapos, apuestos guerreros, obesos mórbidos de sofá, abuelos con encanto, rebeldes viejos y jóvenes… Un grupo inclasificable en dónde te pongas lo que te pongas te sientes integrado y encima está bien. Como dice mi amigo Pedro (II de Murcia): “Harley Davidson es la única marca de motocicletas en la que si te apetece disfrazarte de lo que quieras, siempre estará bien”. Y eso solo se comprueba si vas a un evento de este tipo y lo compruebas “in situ”.
El ambiente resuma una filosofía de vida comparable a la del viejo Oeste, en dónde aquellos vaqueros a lomos de sus caballos recorrían las extensas llanuras americanas y que en las grandes ferias se reunían para comentar, bailar, beber y practicar sexo esporádico con alguna dama de vida resoluta. La revolución industrial llegó a esas llanuras y la concepción de una vida libre siguió pero fue sustituida por los caballos de hierro de una Harley Davidson.
Hoy en día, a lomos de una Harley Davidson uno se siente lo que quiere, pero no es necesario poseer una moto tan maravillosa, en cualquier medio te puedes sentir libre. Pero ninguna marca como ésta la refleja y la vende como la sabe vender. Y ahí están esos 105 años y esas concentraciones en dónde siempre hay un ambiente jovial y festivo.
Evidentemente hay tipo duros (de esos que parten nueces con el nabo) y tipas duras (de esas que parten nueces con el “chichi”), personas normales y subnormales, seres humanos de todo tipo, raza, condición u credo. Y si algo las identifica es la pasión por sentirse por unos instantes de su vida “libres” y dejar que su subconsciente les haga hacer lo que realmente les gustaría “ser”. Y hay muy pocos que sean, aunque eso se ve y se nota, aunque lleves compresas ya que después de un viajecito a lomos de este tipo de motos, el calor que desprende el motor hace que suden tus partes más íntimas…
En fin, una breve introducción a la espera de las fotos que espero recibir.
Un abrazo

TONI

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