domingo, 13 de mayo de 2012

Destino...


Mis queridos/as amigos/as:
A veces me pregunto que lleva a un ser humano a seguir su leyenda personal, es decir, a eso que le llamamos destino. Y en eso ando enfrascado éstos días.

Os escribo, dentro de quince días viajo a Japón (mira que está lejos Japón) para realizar cuatro horas diarias de Karate y, si me quedan fuerzas (espero y deseo que si), haré algo de visitas. Concretamente estaré en Tokio y Kyoto, pasando un par de días en Nikko (lugar especialmente cargado de bellos paisajes y templos).

Lo que más me sorprende de mi mismo es que hace un tiempo, Mi Maestro, viendo y sintiendo (sobretodo) por aquel entonces que en el mundo empresarial en el que andaba metido, Yo no era pleno y me sugirió entonces, el abrir una Escuela de Karate en la misma ciudad. Mi respuesta entonces fue que estando Él, Yo no era nadie. Él me respondió: te enviaré muchos alumnos. Yo le respondí: todos los que vengan de parte de usted los devolveré, de esa manera les estaremos haciendo hacer Educación Física sin que ellos lo sepan y aprecien. Ahí quedó esa conversación, pero siguieron otras conversaciones en las que me iba preparando. Parece ser que Él ya lo sabía, Yo no era consciente, sólo disfrutaba estando con Él: escuchándolo, sudando, practicando en silencio... Formándome en silencio.

Y aquí estoy ahora, haciendo algo que entonces no me preocupaba y ahora... Ahora es mi forma de vida a través de un Arte de Lucha. Por eso viajo a la cuna: ver, saber, sentir, aprender, formarme y saber que en cierto modo, en Mi Escuela las cosas se hacen bien.

Pues soy de los que sienten que las cosas sólo se pueden hacer de dos maneras: BIEN o MAL. Y si, entre ambas pueden haber varias maneras, la regular existe, pero o se hace bien o se hace mal, las cosas a medias acaban alcanzándote y, como decía ese señor con mas mala suerte del mundo, un tal Murphy, siempre tienes que resolverlas cuando menos las esperas. Así que un día decidí que haga lo que haga, debo dejarlo acabado y para mañana… Yo qué sé lo que va a pasar mañana. Nadie lo sabe.

A lo que iba, Japón, ese es mi próximo destino. Y el mismo día que llego, ya empiezo con las clases. No se que es lo que más respeto me produce: que me hayan aceptado en dos Escuelas o que no sepa como comunicarme. Resolveré la cuestión en días. Mientras tanto, seguiré disfrutando, sintiendo, llenándome de energía para luego expandirla y aunque sea sólo por un segundo, que aquellos que enseño, por un instante sean ellos mismos, sintiéndose un UNO dentro de un TODO.

Destino. Que bonita y mágica palabra que encierra tantas esperanzas, miedos e ilusiones. Tantas controversias genera la palabra en cuestión que seguro si hiciésemos una encuesta a veinte personas diferentes, las veinte darían precisamente eso, versiones diferentes de su significado.

Lo realmente importante es atreverse a seguirlo, a escuchar los dictados de tú corazón y ser valiente de seguirlo. De echo, la valentía sólo sirve para conocerse a si mismo, y cuando sabes quién eres, sabes lo que quieres. ¿Quién puede parar entonces a ese ser humano para que no cumpla su Leyenda Personal?

En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo

TONI