martes, 29 de julio de 2014

Juegan con nosotros...

Mis queridos/as amigos/as:

Pocas veces me pronuncio sobre ciertos temas, pero tengo la necesidad de hacerlo. Estoy cansado de ver el expolio que bajo símbolos (sean los que sean) distraen al pueblo soberano bajo fines lucrativos de unos pocos.
Ahora no me extraña que la mayor riqueza mundial la tengan concentrada unos pocos, mientras nos sigan embelesando con símbolos de bajo ésta bandera, si adoras a éste becerro de oro…. Seremos más libres, más altos, más fuertes… Y lo que seremos es más esclavos de esos pocos que, ellos si se hacen más y más ricos, para que cuando les llegue el día de meterlo en una caja de pino, nada de lo amasado bajo engaños y mentiras se lo lleve. Dejando eso si, una larga estela de robos, apropiaciones y falsedades que por desgracia quedan impunes.
Ahora comprendo que si la cantidad de dinero hubiese tenido el destino por el cual se había enviado, ni España nos robaría, ni Catalunya no sería solidaría con el resto de pueblos que conforman éste mundo. Y lo que es más triste, que los valores humanos se reducen al valor del vil preciado metal.
Y no es que pretenda hacer demagogia sobre éste tema, pues aquellos que bien me conocen, el dinero lo utilizo para vivir como pienso y no para pensar como vivir. Soy amante del buen yantar y de ciertos lujos y privilegios, pero de lo que verdaderamente soy amante es de los valores y principios que rigen al ser humano como tal; y que al mismo tiempo tan escasos andamos de ellos.
Pienso (siento) que si aquellos que democráticamente hemos elegido, realmente tuvieran el valor de hacer lo que correspondería (y ahora puede que si haga demagogia), es decir, apropiarse debidamente de lo que indebidamente se apropiaron, y luego vas y lo justificas, pues las Leyes que esos han aprobado, no es para protegernos a nosotros, sino a ellos de nosotros (que es lo más grave). Pero claro, bajo los símbolos que han creado, nos han embelesado, y pueden que tal vez, y sólo tal vez, hasta tuvieran razón en las formas y el fondo, pero la realidad es otra.
No me imagino la cantidad de dinero que puede ser lo indebidamente apropiado, pero mi imaginación me lleva a imaginarme esas piscinas del Tío Gilito en las que nadaba en monedas y siempre, quería más y más monedas para ir llenando más y más piscinas dentro de enormes cajas fuertes. Y mientras, se cierran plantas de hospitales, se recortan sueldos a docentes, médicos, beneficencia, ayudas a familias con dependencia, se recortan pensiones a aquellos que trabajaron toda su vida dejándose la piel y a veces hasta el amor de los suyos, para construir un mundo mejor, que ahora en los albores de su vida, les niega el reconocimiento y lo que es peor, les priva de un final de etapa por éste terreno que es la vida, de ciertas comodidades y cuidados.
Mientras aquellos, que se enrollaron en un símbolo, al que desde mi humilde punto de vista, ni tan siquiera deseaban como nos hicieron creer, se enriquecían o lo dilapidaban en forma de fastos orgiásticos con meretrices, drogas y una vida a costa del sacrificio de una mayoría silenciosa y temerosa de que si no cumplen, a ellos SI, el peso de la Ley se les viene encima y los arruina de por vida.
Y como aquí nadie tiene el valor de apropiarse bajo el amparo de la Ley de lo que se sabe es apropiado indebidamente, y después seas tú quién justifique esa riqueza, nos conformamos con un escarnio público, un apartarlo de la vida pública, un juzgarlo, condenarlo y que esté un tiempo en la cárcel… pero eso si, de lo indebidamente apropiado, nada regresa a la caja general de todos los que en cierta medida, hemos puesto lo que nos ha tocado poner, y que es dónde debería estar para beneficiarnos de eso en lo que todos creemos: el estado del bienestar.
Que valores estamos fomentando, que clase de seres humanos estamos siendo, cuáles son realmente nuestros principios, realmente nos estamos transformando en una sociedad mejor en busca de un mundo mejor???? Yo creo que no, pero como decía Martin Luther King: “aún si supiera que el mundo se extinguiera mañana, Yo hoy igual plantaría mi manzano”.
Nos falta valor, les falta valor a aquellos que democráticamente hemos elegido, hacer lo que realmente tienen que hacer. Pero solo soy un ciudadano descontento y que no sale de su asombro ante tanta pasividad. La intención no cuenta, cuenta la acción.

En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo

TONI