martes, 23 de marzo de 2010

Caballeros siempre mejor que Rufianes...

Hola amigos/as:

Este de hoy está dedicado a los amantes del deporte como tal, que aún siendo un espectáculo, rinde los valores por los que siempre me he movido. Un deporte duro, con su ética, su respeto, su equidad, el importar pasártelo bien sobre el resultado, el compañerismo... Para todos los que siempre siempre SIEMPRE mantienen sus valores a pesar de todo.
Como cada mes de febrero, el Torneo de las VI Naciones (Escocia, Irlanda, Francia, Gales, Inglaterra e Italia - última en agregarse a éste maravilloso espectáculo -), nos trae una vez más el mejor Rugby, y con él llegan también sus valores. Durante estos meses, el mundo del Rugby le da una lección de ética, de respeto y de comportamiento al mundo del fútbol. Desde sus jugadores hasta sus aficiones, el rugby nos demuestra en cada partido lo avanzado que está moral y éticamente del fútbol.
Los jugadores de Rugby nunca discuten ni protestan una decisión del árbitro; la acatan. No se producen amonestaciones o expulsiones por protestar. El Rugby es el espíritu de equipo llevado a su máxima expresión. Aquí todos defienden, todos atacan, todos se ensucian. Los jugadores no simulan lesiones, ni faltas ni penaltis para engañar al árbitro, y sobre todo lo que nunca haría ningún jugador es exagerar el daño de una falta de un contrario para propiciar su sanción o expulsión.
Los aficionados no son ajenos a este respeto. Las aficiones no se pelean con la afición rival y respetan sus tradiciones e himnos, y los niños pueden ir al estadio sin miedo alguno.
El Barça es hoy la representación de la excelencia en el fútbol. Pero imagínense que ahora, además, el Barça, toda la entidad, directivos, jugadores, cuerpo técnico y aficionados, actuara con el mismo respeto como se actúa en el rugby. Ningún jugador protestaría al árbitro, acatarían sus decisiones con respeto, no simularían penaltis ni agresiones o lesiones para perder el tiempo o para que se sancione al rival. Nosotros, sus aficionados, recibiríamos a las aficiones y jugadores contrarios con una sana rivalidad, con hospitalidad y respeto, podríamos llevar a nuestros hijos al Camp Nou sin exponerlos a insultos y malos ejemplos.
No olvidemos que cada partido de Rugby que juega Inglaterra es siempre la rememoración de una batalla, si aquella se perdió y el partido se gana, el revivir esa batalla perdida se transforma en ganada (Inglaterra & Irlanda / Inglaterra & Escocia / Inglaterra & Gales / Inglaterra & Francia)
¡Qué gran golpe de efecto en el fútbol!
Entonces sí sería, y con diferencia, el mejor equipo del mundo. Y además, quizá sería una primera piedra para cambiar el fútbol. Quién sabe, quizá otros equipos lo seguirían. O quizá sea sólo una utopía, pero para eso están las utopías: para soñar.
¿Será verdad lo que me decía siempre el Honorable Sancha?:
“El Rugby es un deporte de rufianes jugado por caballeros, y el fútbol es un deporte de caballeros jugado por rufianes”.
Yo personalmente creo que si.
Un abrazo

TONI

martes, 9 de marzo de 2010

Si...

Hola amigos/as:

Hoy os escribo un poema de Rudyard Kipling (Bombay 30 de Diciembre de 1865 - Londres 18 de Enero de 1936), poeta británico nacido en la India en la época de las colonias (no la de olores sino otro tuipo de colonias). Escritor y poeta, que rechazó por tres veces el título de "SIR" que concede la Orden de Caballero del Imperio Británico, y si aceptó el Nobel de Literatura de 1907, siendo el más joven en conseguirlo y el primer británico en obtenerlo. Una de sus obras más conocidas llevada al cine por Walt Disney fue "El libro de la selva" (quién no recuerda esa película, eh ¿quién?). Pues nada, con su lectura os dejo.

SI

"Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas.
Si no buscas más odio, que el odio que te tengan...

Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.

Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofismo del orbe encanallado.

Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y era.

Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
aún después de su fuga, de tú cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tú deseas y lo quieres, y mandas.

Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.

Si llenas un minuto envidiable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo...
Todo lo de ésta tierra, será de tú dominio,
y mucho más aún,
serás hombre, hijo mío."


Un abrazo

TONI

Buona sera signorina...

"Buonasera signorina, buonasera
come è bello stare a Napoli e sognar
mentre in cielo sembra dire
buonasera
la vecchia luna che
sul Mediterraneo appar
Ogni giorno c'incontriamo
camminando
dove par che la montagna
scenda in mar
Quante cose abbiamo detto
sospirando
in quell'angolo più bello del mondo
Quante volte ho sussurrato
amore t'amo!
Buonasera signorina
kiss me goodnight
Buonasera signorina
kiss me goodnight
Buonasera signorina buonasera
come è bello stare a Napoli e sognar
mentre in cielo sembra dire
buonasera
la vecchia luna che
sul Mediterraneo appar
Ogni giorno c'incontriamo
camminando
dove par che la montagna
scenda in mar
Quante cose abbiamo detto
sospirando
in quell'angolo più bello del mondo
Quante volte ho sussurrato
amore t'amo!
Buonasera signorina
kiss me goodnight
Quante cose abbiamo detto sospirando
in quell'angolo più bello del mondo
Quante volte ho sussurrato amore t'amo!
Buonasera signorina kiss me goodnight
Buonasera signorina kiss me goodnight".

viernes, 5 de marzo de 2010

Perdonar...

Mis queridos/as amigos/as:
Hoy si, hoy me refiero a vosotros/as y a los posibles lectores/as (que los tengo fuera de mi círculo habitual). Y lo hago en primer lugar, porqué gracias a vosotros la travesía que durante siete largos años me ha llevado la dramática y penosa situación familiar, parece ser que concluye.
Los que a mi lado habéis estado, incluso los que lo hablé por necesidad de ser escuchado, y todos mirabais con ojos de incredulidad la situación que me estaba tocando vivir, sabedores de las acusaciones hacia mi persona (lo que soy y represento, que tanto esfuerzo me ha costado y asumido con sumo placer – aunque doloroso -), comentaros por si no lo sabéis ya, que el 13 de Febrero del presente, recibí una llamada de mi padre biológico (pues todos/as sabéis que mi verdadero padre o aquel que ejerció de mi padre – la figura como tal – fue Mi Maestro, el que me enseñó a vivir feliz, con dignidad, palabra y sobretodo, HONOR), en dónde me proponía un encuentro para firmar la paz (y eso que Yo nunca estuve en guerra con ellos) e intentar reconciliarnos.
Permitidme que haga un breve retroceso. Recuerdo la penúltima conversación (puesto que jamás me gusta decir la última) con Mi Maestro antes de partir. Precisamente me dijo que si algún día mi padre (biológico – él también lo mencionaba así, por que su comportamiento no era para menos -) me llamaba para pedirme lo que me había propuesto, le dijese que si. El Maestro y Yo habíamos trabajado el perdón en ese Dojo al que acudo desde hace muchos años, y sabía que desde allí (a base de sudor, lagrimas y sangre – alguna que otra vez mis nudillos sangraron junto a mi alma -) los había perdonado hace mucho tiempo.
A todos los juicios a los que fui citado y llevado, siempre dije lo mismo antes de empezar mi declaración: “me gustaría Señoría, que conste en acta que mi intención aquí hoy, es la de no ofender ni a mi padre ni a mi madre, puesto que a ambos los respeto y honro todos los días, así que después de estas primeras palabras, por favor, pregúntenme”… En esos juicios se puso en duda siempre mi valía como estudiante, como persona y sobretodo como ser humano.
Supongo que cualquier persona habría optado por una no reconciliación y mucho menos en hablar de perdonar, pero el perdón es algo maravilloso cuando se hace de verdad. Es una liberación, saber que nada debes y nada te deben me hace sentir mejor. Y aquellos que bien me conocéis (aún no estando de acuerdo algunas veces), practico con el ejemplo.
Para poder llegar a perdonarlos en su día, Mi Maestro me enseñó dos frases:
- En “La Biblia” dice: honra a tu padre y a tu madre por encima de todas las cosas.
- En Karate se dice: “sepas elegir a tú enemigo” (jamás he elegido a un enemigo y espero no hacerlo lo que me quede de vida)
Con esas dos frases que no entendía, ya que mi dolor era más importante, iniciamos un largo y duro camino de entrenamientos y ejercicios de respiración para vaciar todo el dolor y sufrimiento que llevaba a cuestas, debido a la incomprensión de esa situación.
Volviendo al hilo central del escrito de hoy, fruto de la casualidad o causalidad (cada vez creo menos en las casualidades), la llamada se produjo. Evidentemente antes de hacer nada, quedamos para hablar (pues todo era tan extraño). En esa conversación previa, me comentó (mi padre biológico), que se había dado cuenta de muchas cosas, y una de ellas era que el delicado estado de salud de su esposa (mi madre), era fruto de seguirlo a él. Pretendía con ese acto, reconciliarse si era posible con sus dos hijos proscritos (mi hermano pequeño y un servidor), y si no era posible, nos daba la ocasión de poder ver a nuestra madre siempre que quisiéramos. De esta manera, mi madre, estaría más tranquila.
Ahora era el momento de llevar a la practica lo realizado hace años atrás en el Dojo. Le comenté que por mi parte no habría problema si lo que se quería era avanzar ésta su penúltima etapa en la vida, siempre y cuando, el mirar atrás (ya que todos hemos perdido algo en esta guerra estúpida – por llamarla de alguna manera -) solo fuese para coger la pala, ir echando tierra e ir allanando un camino que nos llevase a un punto de encuentro.
También me comentó que sabían lo mal que lo había pasado en todos esos años, que debía de haberlo pasado mal, puesto que quedarse de la noche a la mañana sin “familia” y sabiendo que no puedes contar con ellos para nada, todo lo debes de hacer tú. Sabían lo del accidente de coche en Huelva, lo de mi operación… Vamos, en resumidas cuentas, que las castañas del fuego me las he tenido que sacar solito porqué ellos si hubiesen podido pisarme lo hubieran hecho (supongo que de ahí también me viene que de vez en cuando sea un poco más duro de lo normal – pero la situación vivida y sentida no era para menos, para según que cosas no estoy y para según que otras si, aunque ahora estoy para todas -).
Es duro emocionalmente estar sentado delante de la persona que un día uno de sus espermatozoides (el más rápido) fecundó un ovulo de mi madre y me dieron la vida, y escuchar esas palabras. La primera sensación fue la de levantarme e irme, y con toda la razón. Pero aquellos que me conocéis, sabéis que soy de los que piensan, sienten y opinan que todos/as podemos equivocarnos y podemos (si queremos) enmendar nuestros errores; y que además, todos debemos (si queremos), dar la posibilidad de que sean enmendados. Si me hubiese ido, mis palabras quedarían en saco roto y sonarían a huecas. Pero si mañana (que lo haré) quiero dedicarme a la enseñanza de un Arte Marcial que me lo ha enseñado casi todo en esta vida para vivir tranquilo, ya no como deporte, ni tan siquiera como Arte, sino como Ciencia de Vida; de mis ejemplos podré enseñar y de mis Alumnos/as obtendré esa ciencia que me permitirá saber como enseñarles a cruzar ese río sin ahogarse (que antes creía que debía traspolarse a la familia que anhelo – la que forme junto a la mujer que me corresponda - no de la que vengo – y ahora se que no debe de ser así, puesto que Maestro seré de mis Alumnos/as, de mi mujer su esposo, de mis hijos su padre).
Y llegó el día, en concreto el sábado 27 de Febrero del corriente. La sensación fue extraña, mi padre había invitado a algunas personas que se son importantes para su vida, supongo que querría oficializar el acto y al mismo tiempo, rendirle un homenaje y sorpresa a su esposa, que no paraba de llorar de la emoción. El abrazo con ella fue emocionante, esa sensación fue la misma que el día que me abracé a mi hermana en aquella mágica tarde del año 2008 en la concentración de Harley Davidson de Barcelona (de la que escribí por cierto). Llora la madre, llora el hijo. Huelo su pelo, la abrazo con fuerza (sin apretar demasiado pero si fuertemente), huelo su perfume, su olor, el olor de madre que fue y ahora es. Sentimientos de agradecimiento por acudir aún a pesar de los pesares (y que más da pienso). Acaricio su pelo, la miro a los ojos, acaricio su rostro y seco sus lagrimas primero con un beso y luego con la yema de los dedos. Nos miramos a los ojos y me da las gracias.
Luego se funde con mi hermano menor primero y después junto a su pareja que también ha venido (cosa que personalmente no lo esperaba, pero allí estaba – que pronto hará un año que se casaron -).
También estaba mi Judas particular, un cocinero de toda la vida empresarial de la familia, que acudió a declarar en contra mía por un puñado de euros (60.000 para ser más exactos). Lo saludé, y me abrazó llorando, pidiéndome que lo perdonase o disculpase. Cosa que hice, no se vivir con rencor…
Mi hermana también acudió junto a su marido. Y se reconcilió con mi hermano, cosa que es de agradecer, pues ambos se mantenían duros en sus posiciones, pero el verse frente a frente, tal vez pudieron más las ganas de darse un abrazo que otra cosa.
Durante la comida estuve en silencio, observando (como vengo haciendo últimamente de forma habitual). Parecía que no hubiesen transcurrido siete largos años, que fuese la comida de todos los sábados o domingos en que una familia normal se reúne y el ambiente es distendido. Podían más las ganas de dejar de sufrir que de seguir metiendo el dedo en la llaga. Interesante.
Llevo varios días intentando poner en orden lo sentido, lo que me ha llevado a subir unos días (lunes y jueves) a la Costa Brava. Allí paseando cerca del mar, en parte recobro cierta paz, interrumpida en este caso por una llamada alertando del delicado estado de salud de mi madre que me obligó a bajar de noche para estar junto a ella.
Y yo me preguntaba esta madrugada (puesto que aún ando sin dormir): si mi padre (biológico) no hubiese dado ese paso, ¿hubiese estado ayer cogiéndole la mano a mi madre?... Mi respuesta es NO LO SE, puesto que otra no me cabe y si me cabe, no deseo imaginarla.
Lo único que ahora se y siento, es que sucedió. Y si sucedió fue por algo, y debo reconocer, aunque ya os lo haya reconocido alguna vez, que jamás perdí la esperanza de que aún estando en el lecho de partida, que las últimas palabras de mi padre (biológico) fuesen: “lo siento, no he sabido hacerlo mejor”, con lo que esas palabras significarían todo lo que hasta aquí habéis leído. Tarde si, pero hubieran llegado, y jamás perdí esa esperanza.
Si esto no hubiese ocurrido, las palabras que a mi pareja en su día le dije: “si mañana estoy en un hospital, te recuerdo que Yo soy huérfano, no los quiero aquí, confío en ti”, seguirían teniendo sentido. Son duras, SI… Pero era mi forma de sentir entonces. Hoy, mi respuesta es NO LO SE. Dejemos que el tiempo vaya haciendo. Una vez dije: todo llega si debe de llegar y se sabe esperar…
Gracias por vuestro tiempo, gracias por vuestro apoyo y GRACIAS POR HABER ESTADO SIMPLEMENTE AHÍ, NO LO OLVIDARÉ NUNCA HAYAMOS VIVIDO LO QUE HAYAMOS PODIDO VIVIR.
Un abrazo
TONI

miércoles, 3 de marzo de 2010

Al "Gorila Rojo"...

Hola amigos/as:

¿Como estás Hugo? ¿Arrecho? ¿ladillado de que nada te salga bien? ¿harto de la incompetencia que te rodea? Te entiendo, debe ser frustrante la vaina, pero yo, de pana y todo, te tengo la solución.
Has dividido el país en dos toletes, los que te aman y los que despreciamos. Dividiste mal, ese es tu problema, que no supiste hacer la raya de división.
El país ya estaba dividido antes de que tú llegaras, pero no como tú crees, en ricos y pobres, sino en competentes e incompetentes.
Los competentes, crean, crean riqueza, crean progreso, crean dinero, crean empleo, crean belleza, y aunque suene loco y redundante, crean creación.
Los otros, no crean nada, son mendigos, ojo, que eso no quiere decir que no tengan dinero, pueden tenerlo, pero no saben crear.
Sabes, es como... imagina dos tribus que llegan a un isla, una isla hermosa y llena de animales comestibles, y frutas y vegetales y todo eso.
Una tribu se dedica a recolectar y cazar lo que consigue, la otra decide crear formas de sembrar, de criar animales, de luchar contra la naturaleza para depender lo menos posible de ella. Al cabo de un tiempo, las plantas y animales salvajes empiezan a escasear, así que la tribu cazadora/recolectora empieza a pasar hambre, la otra no, porque la otra no recolecta los alimentos, los crea.
Y ahí está el problema, Hugo, tu dividiste el país en recolectores/cazadores y sembradores/criadores, y te quedaste con los primeros, desechando a los segundos, atacándoles, eliminándoles.
Verás, Hugo, hace años llegó a Venezuela un señor, a un país donde no había televisión, y ese señor tuvo una idea, fundar un canal de televisión ¡imagínate! Una apuesta peligrosa, un canal de televisión en un país donde nadie tenía un televisor ¿le gustaría a la gente? ¿estaría dispuestos a pagar por un aparato para ver su idea cristalizada? No era apuesta simple, pero él apostó.
Y esa mente brillante se rodeó de montones de gente, de los más capaces, los más creativos, los más sabios, los más trabajadores, desde ingenieros innovadores a obreros capaces, y él, en el centro, coordinando toda esa maravilla.
Y ese canal fue representación de lo que podemos hacer los venezolanos, de hasta que punto el ingenio y la constancia pueden construir, hasta que llegaste tú, y te quisiste apoderar de la obra creada. Entonces le prohibiste transmitir en señal abierta, para tener la excusa de robarles su obra. Pero no te funcionó, por alguna razón extraña, lo que en sus manos era un canal rentable y muy visto, en tus manos se convirtió en un adefesio espantoso e inútil que da pérdidas.
Hoy terminas definitivamente con ese canal (o al menos eso crees), porque no puedes soportarlo, su existencia te recuerda que robar no te sirvió de nada.
Y así te pasa siempre, Hugo, es una constante, haciendas productivas que en tu manos son eriales, canales de rating que hasta exportan programas se convierten en bodrios que no ven ni los que te apoyan, industrias productivas que trocan en otras quebradas, hoteles que terminan siendo pensiones de mala muerte, mercados que acaban en bodega, bancos que acaban en lupanares de usureros...
Y así todo, así siempre...

¿Que pasa, Hugo? ¿por que nada te funciona? ¿como es que robas cadenas de oro y acabas con collares de plástico? ¿Que falla, Hugo? ¿que falla?
Tienes el dinero, tienes la fuerza, tienes el poder ¡y no te funciona! ¡nada te funciona! Has gastado millones en armas, para amedrentar, para intimidar, tienes ejércitos regulares e irregulares bajo tu mando para oprimir, has comprado voluntades.. ¡y nada funciona! ¡coñ0 de la madr3! ¡no te funciona!
Y no entiendes, eres presa de la ira porque no entiendes que es lo que no funciona, porque usando tantos recursos no logras ya no crear, sino siquiera mantener lo que esos hombres hicieron.
Yo sí lo sé, Hugo, yo sé cual es el problema, yo sé donde está tu fallo. El error es que no has expropiado la piedra angular de todo esto, no has expropiado lo que hace que un supermercado sea supermercado y no bodega, lo que hace que un canal sea visto y no un bodrio intragable que no ve ni la mamá del director, eso que hace que un hotel esté siempre a reventar y no parezca pensión de mala muerte... ¡el alma, Hugo! ¡el alma! ¡eso es lo que tienes que expropiar!
El alma, eso que hace que un hombre cree, produzca, haga, invente. Esa cosa que permite salvar obstáculos, esa cosa maravillosa que hace que un hombre, una mota de polvo en el universo, se convierta en un gigante capaz de transformar su entorno, de someterlo a sus deseos.
No es dinero, Hugo, tú problema es de comprensión, no es dinero, es amor, es orgullo, es tenacidad, no es ganar cada vez más dinero, es tener una idea, enamorarte de ella, llevar la idea a la realidad, verla crecer, verla formarse, ver que cobra vida y maravillarte diciéndote “eso lo hice yo”, pensar que de no existir tú, esa maravilla no existiría, que está allí porque la pensante, la imaginaste, la hiciste. Es sentir que aunque esa obra no pase a lo mejor a la historia de la humanidad, ni del país siquiera, será parte de la historia de mucha gente, gente que de una u otra forma trabajo en o para ella.
El problema, Hugo, es que cuando expropias, robas, pero solo robas lo físico, robas edificios, muebles, máquinas, pero eso son solo cosas materiales, lo que realmente mueve todo es la suma de voluntades, lo que mueve todo es el cerebro y el alma de millones de hombres y mujeres que hacen que las cosas tengan vida, porque las cosas, cuando no tienen el alma del hombre que las hace útiles, no son nada. Los zapatos, Hugo, no son nada, si no tienen al hombre que les de vida, no son capaces por sí mismos de hacer huellas y marcar camino, son solo una mezcla de cuero, suela, hilos y pega, pero sin la mente del hombre, no son nada.
Y tú, Hugo, eres un pobre ser, un primitivo que piensa que si le robas a un hombre sus zapatos, podrás caminar como él. Lo que tienes que expropiar, Hugo, es el alma, y eso no lo puedes robar, no importa cuantos cañones tengas, ni cuantos macacos vestidos de verde amedrentador envíes, no importa cuanto miedo siembres, ni cuanto dinero regales, no puedes robar el alma ¡y esa es tu arrechera! Que lo que nos quieres quitar, no nos lo puedes quitar, ni siquiera nosotros, aún queriendo dártelo, podemos hacerlo, porque el alma es intransferible.
Lamentablemente, Hugo, tú me puedes quitar mi casa, mi negocio, mi dinero, y hasta mi vida, pero más de eso, no me puedes quitar, puedes incluso romperme el alma, eso no te lo niego, pero no la podrás usar ¡nunca!.

Así que, eso es, Hugo. Eso es lo que debes expropiar para que las cosas te funcionen, y como no puedes...

¡JÓDETE!

Un abrazo
TONI