sábado, 27 de septiembre de 2008

¿Hablamos?

Hola amigos/as:
En época de desaceleración económica proliferan los estudios a la sufrida población, supongo que para tenernos entretenidos, y uno de los que más entretiene y nos lo pasamos mejor respondiendo es en los de sexo. Somos así, presumimos de lo mucho que en realidad poco hacemos (hablo por mí en primer lugar).
Todo el mundo presume de lo bien que se lo pasa en la cama, pero dudo que sea haciendo el amor. En primer lugar, el orgasmo de un hombre dura lo mismo que tomarse un chupito, ni más ni menos y el sexo dura lo que le dura dura.
El sexo no es igualitario, pues depende del punto de vista una eyaculación precoz para un hombre es un problema y, para una mujer es en primer lugar: medalla de oro para el hombre y en segundo lugar… no me acuerdo.
Un director de cine dice que el sexo es maravilloso al principio por la novedad, pero que en cuanto empiezas a practicarlo en pareja, simplemente se jode. Por ejemplo, alguno de los que tiene pareja ha intentado tener un orgasmo simultáneo, es muy difícil por no decir imposible. Es, como decirlo suave y fino, intentar eructar los dos al mismo tiempo, sería maravilloso pero es muy difícil, puesto que si uno se adelanta, normalmente ella le dice que es un egoísta y que piensa sólo en si mismo, con lo que para evitar problemas, fingiríamos hasta los eructos.
Luego existe el tópico de que los hombres siempre tenemos ganas, y efectivamente es así, pues a pesar de todo, raro es el hombre que tiene dolor de cabeza para hacer algo que realmente le ocupa el 90% del tiempo en su mente. Y claro, si un día no le duele la cabeza, no se te ocurra decirle que no, pues entonces empieza el interrogatorio sobre preguntas que están mas que sabidas sus respuestas y para que al final, una vez te has puesto en situación, te suelten, lo haces porqué te lo he pedido y no porqué realmente lo deseas. Evidentemente, pues siempre que te lo propongo las excusas las pone el de enfrente… Un poco machista el comentario pero a veces, no siempre es así, es un tópico hispano.
Un ejemplo vulgar: si me encuentro en una exposición de arte figurativo de corte modernista y aparece, no se, una mujer guapa y me pide que le haga el amor, cosa no muy común o si, y le digo que no me apetece (cosa muy común ya que aunque me gusta no me muevo por ello) y tengo encima la ocurrencia de contárselo a uno de mis más íntimos amigos (como así ha sucedido), lo primero que piensa es que soy gilipollas y lo segundo... tampoco me acuerdo. Pero es como a veces yo les digo, si voy a un restaurante y no me apetece comer carne, el camarero no va a ir por el restaurante diciendo a viva voz que el cliente de la mesa de la esquina es vegetariano.
Ante los problemas que puede producir el sexo en pareja, el primero debería ser reconocer que siempre deseamos hacer con prisas lo que debería hacerse con calma, es decir, conocerse. Pero en una sociedad dónde se vive deprisa para llegar a viejo antes y así empezar a disfrutar de la vejez, se nos pasa la vida deprisa olvidándonos del ahora, puesto que no tenemos tiempo para pensar en hoy pero sí en mañana. Si nos tomásemos las cosas con calma, hablásemos y no tuviésemos tantos reparos a la hora de contar que nos gusta y que no nos gusta, los sexólogos no existirían.
Un sexólogo no es alguien que haya practicado mucho sexo, no nos equivoquemos, es un experto teórico del sexo, pero poca cosa más. En primer lugar debería de preguntar que tipo de relación se tiene, si se habla o ni tan siquiera eso, y si no se habla, una vez practicadas las dos posturas básicas (arriba y abajo), te dicen que el sexo es imaginación. En primer lugar lo primero siempre debe ser la comunicación, y después con la comunicación podemos hacer llegar la imaginación. Pero sin comunicación, como vas a practicar la postura de la medusa (que bien podría ser hacer sexo con una fregona en la cabeza, a ser posible seca pues mojada… menudo pringue).
Evidentemente, el sexo es de cada pareja y cada una lo hace como le apetece, y entre lo que deciden dos, puede beneficiarse un tercero (lo que no es mi caso tampoco y la única vez que se planteó, contar estrellas fue mas divertido).
Lo que si es innegable es lo placentero del sexo, el ritual que conlleva y lo ha gusto que se queda uno después. Pero así funciona un tiempo, luego si no hay comunicación, el sexo es un tedio y un acto abominable que no llena y entonces te das cuenta de que con tú pareja falta lo más importante: la comunicación. Así que resulta que ante tanta modernidad y tecnología, para entendernos debemos de comunicarnos, y evidentemente, la comunicación requiere tiempo, y tiempo en una sociedad como en la que vivimos en dónde parece ser que el tiempo vuela y siempre hay prisa, nadie está dispuesto a sentarse y simplemente: COMUNICARSE.
¿Hablamos?
Un abrazo

TONI

1 comentario:

Anónimo dijo...

con quien y de que quieres hablar, cielo ?

de sexo ? conmigo ?