Coherencia, si o no...

Hola amigos/as:
Dice un dicho popular que “cuando el grajo vuela bajo hace un frío del carajo”; otro dicho también dice que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pongas las tuyas a remojar”. Pues todos esos dichos populares en un país como el Don Pimpon, en dónde en épocas se han preservado y mantenido generación tras generación, en el momento de aplicarlos, normalmente se acostumbra a hacerlo a “toro pasado”.
Y eso sucede porqué somos un país que acepta poco sus verdades, me estoy refiriendo a que la desaceleración económica ha desparecido y ahora se habla abiertamente de “crisis”. Incluso el Cíclope Solbes es capaz de decir ante el Parlamento de que ellos jamás ocultaron la crisis. De verdad, nunca la ocultaron porqué jamás la reconocieron, es una forma de ganar manipulando los datos que en las altas esferas se mueven y encima, dijeron que los de enfrente, el Pompitas Rajoy, que lo único que deseaban era desestabilizar.
Y una vez que han aceptado algo que profanos de las altas esferas como el que escribe desconoce, resulta que me recuerda a la de 1714, cuando solo catalanes, vascos y valencianos deseaban el progreso para España y fueron aniquilados por las hordas del clero y la aristocracia que no deseaba perder su estatus. Puesto que gracias a estas tres comunidades en España, o el País de Don Pimpon digamos que hay un clima de cierta paz. Unos haciéndonos creer que estamos en el país de las maravillas y los otros, que se empeñan en decir que no, que esto es un caos, y que solo ellos por mandato divino (“Dios lo quiere” era el grito de guerra de los Cruzados) tienen remedio.
Menos mal que existe el dialogo y la coherencia, que de ésta última aquellos que nos gobiernan carecen, pero los de enfrente aún más; y esa queridos amigos/as, es la suerte que tienen los que actualmente ocupan el trono del poder.
Hoy día vayas donde vayas, la cola del autobús, en el metro, en las oficinas bancarias (que por cierto son de las más concurridas) solo se habla de la crisis. La palabra desaceleración económica ha desaparecido. Parece ser que la sociedad del bienestar atraviesa un bache, pero de todos los baches se sale, algunos por si mismos y otros con la ayuda de una grúa.
Evidentemente estamos en un momento peliagudo, pero es que las cosas se habían salido de órbita. Nada tenía su precio real, tal vez ahora, utilizando la coherencia nosotros el pueblo llano y soberano, haya una cierta tendencia a eliminar por un tiempo la codicia, y que sea el razocinio el que ocupe nuestras mentes y sobretodo, nuestro corazón.
Lo bueno que traerá a nuestras vidas y a las pupilas de nuestros ojos, es que a medio plazo, con la cantidad de personas que van y vienen en bicicleta o andando, que procuran comer mas sano y no tanto de presumir, es que en las playas de nuestras bellas y acogedoras costas, habrá unos cuerpos de amárrate que vienen curvas. Y todo gracias a la crisis, todo el mundo ya va y viene andando o en bicicleta, con lo que el lucimiento de lorzas y cartucheras playeras desaparecerá.
Y para concluir otro dicho del vasto y amplio refranero español: No hay mal que por bien no venga…
Un abrazo
TONI