domingo, 29 de abril de 2007

Gatillazos...

Hola amigos:
Estamos en el puente del primero de Mayo, es decir, el 1 de Mayo alguien (inteligente por supuesto) se sacó una festividad más a añadir en el amplio calendario del “dolce far niente” de la época moderna. Este día se conmemora el Día del Trabajador, y lo que prácticamente ocurre es que un grupo amplio se va de vacaciones o de fiesta a aprovechar el día, y el resto se dedica a salir a la calle, portar banderas y criticar algo que de antemano los lideres sindicales (que es el único día del año que trabajan, más o menos igual que los Reyes Magos y Papa Noel) ya han dado consignas para protestar.
Los que acuden a esas manifestaciones una de dos, o tienen el coche en el taller o les han dado un “extra” de incentivo (mal llamado motivación de reconocimiento por los derechas del trabajador) para que acudan y se manifiesten. Todo depende del punto de mira con que se mire, pero siempre resulta ser una fiesta.
Pero ese queridos amigos no era el tema. El tema es los “gatillazos sexuales que sufren las mujeres”. Porqué si queridos y queridas amigos y amigas, vosotras también sufrís gatillazos. Lo que pasa es que en esta sociedad tan machista y que criticáis tanto, resulta que para vuestras disfunciones sexuales, los hombres os hemos aplicados nombres menos explícitos, más nobles y menos humillantes a vuestros problemas, aunque en el fondo se trate de los mismos problemas. Y todo esto para que luego digáis que algunos somos machistas…
El hecho de que sea nuestra cultura menos cruel con las disfunciones sexuales de las mujeres para con los hombres es meramente semántica. Pero sabed, queridas amigas, que los mismos problemas que nos pasan a nosotros los hombres, os pasan a vosotras, lo que pasa es que muchas veces el desconocimiento de vuestra propia sexualidad (y la mala leche que tenéis) os hace ser crueles con nosotros y nos achacáis un problema vuestro a nosotros.
Una disfunción sexual o “gatillazo” se puede producir por varias causas:
- Ingesta de alcohol en mayor o menor cantidad
- Iniciar una relación sexual por compromiso y sin gran entusiasmo (normalmente esto les pasa mas a ellas que a nosotros, pues nosotros estamos siempre o casi siempre en época de guerra, y ya se sabe lo que dice el refrán: “en época de guerra cualquier agujero es una buena trinchera”… o ese otro que dice que somos descendientes de paletas, es decir, “agujero que veo agujero que tapo”… en fin el refranero español es amplio en este sentido).
- Se siente acosado
- Está preocupado/a por otros asuntos ajenos al sexual (el trabajo, la casa, los niños… el tenis, el golf, el paddle, el dominó, el billar…)
- Hay cansancio (pero no por hacerlo siempre con la misma, no seáis mal pensadas) físico y real
- Nervios (por la misma relación sexual, pues sois exigentes de narices y hay que estar siempre a pie de bandera)
- Por el preservativo (corta la inspiración y la irrigación sanguínea, vosotras os creéis que es porque no os hemos puesto “cariocos” pero no es así, si queréis comprobar lo que se siente, poneros una bolsa de plástico en la cabeza y apretadla al cuello, pero no seáis tan brutas de quedaros con ella puesta, cuando notéis que os falta la respiración, os la quitáis que os podéis morir).
En el hombre esta disfunción normalmente se asocia a una bajada de bandera, mástil… o como quiera llamársele al miembro (queda a libre elección de cada pareja, aunque haced el favor de no poner nombres tan humillantes y sed un poquito mas originales, motivarnos con nombres realmente que la dignifiquen) y claro, la única forma o manera de introducir la “baguette” en el horno es estando bien tiesa o erecta.
En vosotras esa disfunción se manifiesta por una sequedad de la vagina, con lo que introducir el lindo pene se hace un tanto costoso y doloroso hay algunos que somos mas brutos que otros y empujando, empujando… pues eso que ya entrará; aunque también está la técnica del salivazo, que nada tiene que ver con un escupitajo – guarros son algunos coño -). Dejémonos de erecciones del clítoris y de los labios menores, lo que importa es una más que buena lubricación, que es fundamental para un coito con éxito y decente.
Otra forma de manifestarse es una lubricación excesiva y sequedad rápida, por arte de magia nada más iniciar la cópula… Y todo ello sin dejar de estar sexualmente excitada, es simplemente una disfunción sexual o “gatillazo”. Es algo ocasional que a nosotros (por culpa vuestra) nos hace preocuparnos y somos como somos, a esas cosas los hombres les damos más importancia, puesto que estamos para lo que realmente nos importa.
Pero tranquilos/as, estos no es un problema. El problema es preocuparse por ellos, puesto que creemos que puede volver a ocurrir y entonces nos preocupamos y ahí es donde volvemos a fallar otra vez y empezamos a pensar en la impotencia o en las ayudas externas químicas. Pasamos de una actitud de actor a observador, nos pasamos todo el preámbulo del coito y durante el mismo coito más observando que no pase nada que disfrutando, y eso no es hacer un coito en condiciones. Debemos evitar que el caldo esté en nuestra cabeza, debemos hacer que el caldito esté donde debe de estar… y no me hagáis decir donde.
Una solución que aporta alguna eminencia terapéutica es la de tomárselo con sentido del humor, es decir, de la misma manera que te ríes con un chiste de Chiquito de la Calzada o de Eugenio, pues eso, tienes un “gatillazo” y te ríes; o bien, que esta es la que me gusta, realizas otras practicas sexuales, como por ejemplo la masturbación mutua, sexo oral… imaginación al poder.
Ahora un favor os pido, desterremos la palabra “gatillazo” que es muy fea y utilicemos otra como por ejemplo “bloqueo” (aquí alguien siempre puede decir: “cariño estoy bloqueado y a mi me gusta que me la chupen, ¿me la chupas?).
Bueno amigos, hasta aquí llego hoy. Mañana más, lo que no prometo es hacerlo mejor pero si prometeros que lo intentaré. Un abrazo

TONI

PD: Y soy consciente de que debo publicar el del veneno de araña para la impotencia y… ese será una sorpresa. Hasta pronto recibid un abrazo

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