martes, 24 de abril de 2007

San Jorge y... cierra Catalunya


Hola amigos:
De nuevo por aquí. Ayer me sobrecogió la noticia, si amigos si, en el día de Sant Jordi, me enteré de que el extintor de la URSS, es decir, Boris Yeltsin, había fallecido a los 76 años de un ataque al corazón. Esta mañana he leído que no lo van a incinerar, entre otras cosas porque en Rusia no es costumbre quemar los muertos, y está claro el porqué. El porqué es bien sencillo, con la afición al vodka que tienen pues eso, estarían varios días ardiendo hasta quemar todo el alcohol y eso conlleva un gasto energético demasiado cuantioso para un país que en teoría se quitan el hambre con Vodka y patatas (la inmensa mayoría).
Un poco de historia: Boris Yeltsin fue aquel tipo que se enfrentó al golpe de Estado que pretendía impedir el proceso democrático en la URSS de Gorbachov (si el chaval de la peca en la frente), subiéndose a un tanque (supongo que cargado de vodka para estar más valiente) y pronunciando un discurso que devolvía el control a Gorbachov (sitiado en su residencia de descanso en el Mar Negro). Este mismo personaje fue el que meses después, en un discurso de Gorbachov en el Congreso de la URSS, se levantó, le quitó los papeles y lo echó, nombrándose nuevo presidente de Rusia (no sin antes haber conseguido el apoyo de dos Repúblicas ex soviéticas, como Ucrania y Bielorrusia. Y todo esto no lo hizo por amor a Rusia, lo hizo por venganza hacía quién lo había expulsado del PCUS (Partido Comunista Soviético) en 1988, y eso que Gorbachov había sido su ídolo a principios de los 80.
Boris Yeltsin fue el primer presidente de Rusia, y aparte de conseguir privatizar empresas que estaban en manos del Estado y conseguir crear así la oligarquía rusa de unos empresarios afines al poder, que se enriquecieron de manera desmesurada por ese privilegio. Yeltsin ha protagonizado varios acontecimientos dignos de su alcoholismo, dos ejemplos:
- Para quitarle el micrófono a una secretaria, en vez de hacerlo cortésmente, va y le da un azote en el culo públicamente. Con dos cojones… Y nadie dijo nada, todos rieron la gracia. Viva la igualdad y abajo el acoso sexual….
- Estando en un concierto, baja del palco, le quita la batuta al director de orquesta y otra vez, con dos cojones, se pone a dirigir la orquesta. Menos mal que los músicos eran músicos… Pero bueno, me recuerda a cuando yo pertenecía a la Banda de Música del Colegio Padre Manyanet e íbamos al psiquiátrico de Sant Boi y uno de los residentes tenía el privilegio de dirigirnos, al que claro no le hacíamos ni caso y tocábamos hasta terminar la pieza. Era divertido.
En fin, que para honrar a ese señor tan divertido propongo un trago de Vodka (como no) en su honor. Lo propongo pues a pesar de todo era un tipo divertido.
Cambiando de tercio o tema, ayer fue Sant Jordi. Ese día en Catalunya es tradición regalar una rosa y un libro. La rosa que se regala es un capullo de rosa que con el pasar de los días se abre. El libro que se regala, es para leer, aunque la inmensa mayoría no pasa de la dedicatoria, pues como estamos en la sociedad del presumir, uno presume de haberse pasado todo el día de Sant Jordi comprando libros para que se los dediquen y después, cuando se le acaba el rollo de WC ya sabe que utilizar o bien para encender la barbacoa, pues ahora empieza la época de gustosas y divertidas barbacoas. Total, lo importante del libro es la dedicatoria, es de lo que presumimos.
En este día, si no regalas una rosa no fornicas… Pues claro, debes de regalarle una rosa a tu mujer para que así se de cuenta de que la quieres y amas. Pero si le regalas una rosa cualquier otro día, no tiene la importancia de un día como Sant Jordi o el de los Enamorados, que parece ser que son los días que nuestras/os enamorados calculan en su computadora cerebral el grado de amor que se les tiene. Menuda memez… Los hombres estamos prestos a regalar el capullo de nuestra entrepierna a nuestra pareja siempre, y lo vuelvo a escribir SIEMPRE para poder plantarlo en la maceta de la entrepierna de nuestra pareja.
Bien amigos/as, solo deseo que vuestro Sant Jordi haya sido maravilloso, como cualquier día de vuestra vida debería de serlo. Así que disfruta del día, de la vida y si viene algún gilipollas a joderlo, sonríele y seguramente se lo joderas a el por la respuesta no esperada de tu sonrisa. Un abrazo

TONI

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