sábado, 4 de abril de 2009

Una noche con "Il Divo"... (madre mía)

Hola amigos/as:
Quién me ha visto y quién me ve… Pero eso sí, con sumo placer realizado está hecho y encima con la premeditación de saberlo desde hace cerca de cuatro meses. Esa llamada de teléfono, esa petición de si me apetece ir, ese compartir momentos especiales con el otro, ese ir a oír y ver a unos cantantes que, siempre que una emisora de radio hacia llegar el sonido a los altavoces de mi coche, casual y extrañamente la emisora, ella solita se cambiaba.
Si queridos amigos, os estoy contando que ayer, Viernes 3 de Abril del corriente, que casualidad o causalidad, Viernes de Dolores, estuve en el concierto de los denominados por el que escribe: BACKSTREET BOYS (para ti amigo Salva: bac e strit bois) de la Lírica, es decir: IL DIVO, en su concierto titulado “Una noche con IL Divo” en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Palau de Sant Jordi, que tantas noches memorables de conciertos he vivido y sentido, anoche estuve degustando un concierto de un grupo compuesto por tres cantantes de lírica y uno de música Pop, que se dedican a cantar canciones melódicas con cierto aire lírico.
El gustazo fue compartir ese momento con mi adorable, encantadora, dulce, inteligente y amada Raquel (que conste que es así como la siento y vivo, que no le estoy haciendo la pelota – no me seáis mal pensados ni puñeteros/as -). Velada que viví acompañado de su querida hermana Roser, que no vino de carabina (mira que sois). En éste caso ellas querían (deseaban fervientemente) asistir, me lo propusieron y acepte sabiendo que a mí éstos cantantes no me dicen absolutamente nada. Sólo quería compartir ese momento con ella, sentir que se siente estar al lado de alguien a quién amas y simplemente lo compartes porqué si. Hacer algo novedoso siempre es provechoso (anda tú, me ha salido una rima mejor que las traducciones de los de anoche al cantar en castellano).
La verdad es que aparte de pagar unos elevados cánones por interpretar las canciones de otros, tienen una puesta en escena muy cuidada y seleccionada, una coreografía digna de ser vista y estudiada, un público (en su mayoría femenino) totalmente entregado desde el primer momento, dispuestas a decirle todo tipo de piropos y, fotografiarlos con las mini cámaras, que seguro después al llevarlas a la pantalla del ordenador, verán cuatro puntos difusos y difuminados, pero la ilusión no se la quita nadie.
Cada vez que se acercaban a pie de público (estábamos en la fila 10), veías multitud de sombras que se acercaban para verlos de cerca y darles obsequios del tipo rosas rojas, saquetitos envueltos… Yo si me hubiesen dejado, me habría acercado para entregarles mi bocadillo de chorizo (ibérico por cierto), envuelto en papel aluminio y una cervecita (en vaso de plástico pues latas no se permiten), que seguro les vendría de gusto degustar al final del concierto. Pero no me fue posible…
El concierto proseguía con pequeños guiños de los cantantes para con el público femenino. Que palabras, que caritas, que gestos de agradecimiento ante el fervor del público al concluir sus bellas baladas… Y yo pues eso, pendiente de cómo las personas de mi alrededor y hasta dónde mi buena vista me alcanza, observaba esos momentos plenos de éxtasis.
Una anécdota, al llegar el intermedio, tanto hablar del catalán y tanto ir abriendo embajadas por el mundo, tanto con el traducir películas al catalán y tanta monserga con el idioma, resulta que por los altavoces en un inglés megafonillo nos anuncian eso, el intermedio y posteriormente la reanudación del concierto. Que sepa, el público de ayer mayoritariamente era de catalanes o españoles, no de ingleses, así que si algún amigo de esos que tanto defiende el uso, conservación, difusión y enseñanza del catalán dentro y fuera de las fronteras (incluso en el altiplano americano) tiene a bien decirme algo, será de agradecer. Manda huevos…
En fin amigos, hasta aquí llego hoy. Mañana más, lo que no puedo prometer es que lo haga mejor, pues creo resultaría del todo imposible.
Un abrazo
TONI

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