jueves, 14 de agosto de 2008

A mi Maestro...


Hola amigos/as:
“Dicen que cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro”. Y así debió de suceder aquella primavera del año 1979 cuando conocí a Rafael Miralles Gali, el Maestro Gali de un arte marcial como es el Karate.
Desde entonces, y a pesar de los altibajos que en mi infancia y adolescencia se produjeron entre “padre” y el Maestro, siempre estuvo muy presente en mí. Aunque en ese período en que las relaciones se distanciaron y durante las cuáles conocí a otro Maestro coreano, nunca caló tan hondo en mí como la huella que dejó el Maestro Gali. Tanto es así, que cuando cumplí la mayoría de edad legal, le dije a “padre” que deseaba regresar a la Escuela.
No hubo ningún tipo de impedimento, es más, “padre” reanudó su relación, y aunque hubo dos altibajos más, yo seguí asistiendo con regularidad.
Permitidme un pequeño retroceso. El verano de 1979 lo recuerdo como uno de los mejores de mi vida, pues lo pasé entero en su casa de Castelldefels. No hacía otra cosa que jugar, leer, ver películas de Tarzán y disfrutar. Todo el día descalzo, comer cuando tienes hambre; dormir cuando tienes sueño y vivir, siempre.
Por aquel entonces, y así fue durante muchos años, para mí el Karate eran solo patadas y puñetazos: esfuerzo físico vinculado a una mejora de la potencia tanto muscular como nerviosa. En su Escuela me preparé física, emocional y psicológicamente para entrar en INEF (Instituto Nacional de Educación Física), viví un año entero con él y lo recuerdo como uno de los mas duros pero uno de los mejores años de mi vida, pues no es fácil vivir con un Maestro que el primer día te hace desprenderte de tus pocas posesiones y no hay ni horarios ni reglas, lo que él dice se hace; solo el paso de los años me ha hecho darme cuenta y entender todo lo que hicimos y hablamos, incluso el porqué: era una carrera de largo recorrido y me estaba preparando para ella, lo importante no era lo físico, era lo emocional.
Un buen día de 1998, decidí que el Karate sería la modalidad deportiva a practicar por excelencia. El Maestro Gali siempre conocedor de los devaneos de “padre” me inculcó el respeto hacia su persona por encima de todo y a pesar de TODO. En un principio un Maestro, un buen Maestro, no enseña por imitación, enseña por palabras, enseña con el “hazlo mal para aprender a hacerlo bien”, pero todo esa esencia empecé a desarrollarla a partir del año 2000.
A partir de ese año, un día empecé a distinguir al observar el bosque desde lejos las siluetas de los árboles y los diferentes tonos que lo tiñen de colores, a disfrutar con el vuelo de los pájaros, el olor de las flores, el olor del mar… Empecé a tomar y tener conciencia de la esencia misma de la vida. Comprendí que el Karate es una actitud frente a la vida, una forma de vivir y leer la vida misma.
Todo fue después de practicar un ejercicio que consiste en una técnica de respiración con movimiento de rotura. Ese ejercicio consiste en pasar por los siete puntos energéticos que hay desde la rodilla hasta más allá de la cabeza, para juntando las manos detener el sol. Una vez estás en esa posición totalmente erguido y como único punto de conexión en la tierra con la punta de los dedos de los pies, estás sin respirar, pues el aire lo has ido cogiendo desde que inicias el ejercicio. Cuando ya no cabe más aire en ti y crees que los pulmones te van a estallar, entonces concluyes expirando hasta el último estertor de aire que te queda en los pulmones, notando como se contraen y hasta que ya no queda nada.
En ese momento en que sientes morir, es cuando en la primera bocanada de aire sientes la vida misma que entra a través del aire que tomas. Tú cuerpo es otro, tu mente se siente limpia y a partir de ahí, empieza la primera Kata (conjunto de movimientos federativos).
Hasta ese día jamás estuve preparado, pero estuve preparado cuando a través del ejercicio físico logré dominar la mente, y entonces comprendes que la mente lo es todo. La mente es la que te da la actitud frente a la vida y aunque han pasado ocho años desde ese día, la puerta que se abrió entonces me ha llevado a poder superar muchos momentos difíciles en mi vida.
Sólo cuando eres consciente y tomas realidad de lo que potencialmente puedes llegar a SER es cuando, entre otras cosas, te das cuenta de que camino puedes escoger en esta vida para vivir en PAZ.
Sería muy difícil explicar con palabras para que lo entendieses, el objetivo de lo escrito hoy es rendirle un sincero agradecimiento a la persona del Maestro. Él me ha moldeado, ha sabido ver y sacar de mí lo que en el Renacimiento decían: Miguel Ángel no esculpió a David, simplemente lo sacó de la piedra pues ya estaba ahí.
No me considero una obra de arte, pero sí que él ha sabido sacar lo que realmente hoy soy. Gracias Maestro.
Un abrazo

TONI
Citas del Maestro Gali:
"El mejor puñetazo es aquél que no se tiene necesidad de dar"
"Nada justifica un acto violento"
"Mentir es decir lo contrario a lo que uno siente"
"YO estoy por encima de MI razón"
"No son nadie... pero EXISTEN"
"Y llegamos, al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos" Jorge Manrique en las "Coplas por la muerte de su padre" que dan significado a:
"Como quieres saber vivir si no aprendes a morir"
"Papá no puedo luchar con él pues su espada es más larga.
Hijo, avanza un paso"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La del maestro ha sido una gran obra, la del alumno una buena obra, y la de la esquina una obra sin acabar.
Por otro lado, lo del sashimi, solo a un tio poco refinado como tu o como "Turu" el sashii os puede dar pedos o darrea, no está hecha la miel para la boca del pollino.
Un abrazo, cuidaros, nos vemos el 20.
José Luis

Jaume Royo dijo...

Gracias por estas palabras Toni ,espero que sigas ampliando i plasmes todas las venturas que gracias a el viviste, un abrazo i nos vemos en el Dojo.
Sr Royo

iU dijo...

Mola!
Estaba buscando algo escrito que describiera al que fue uno de los maestros clave en mi crecimiento como persona y lo has clavado.

Has elegido tu camino. Que sepas que no vas a estar solo en ese camino.

No vemos en el dojo!
... lo diré... aunque me pese como 1001 días de gimnasia de amarillo... Larga vida proto-maestro!! (de corazón)
iU