30 de Diciembre...

Hola amigos/as:
Llegué a Herrera (Sevilla – Capital de la Comunidad Autónoma de Andalucía – España – Europa – Mundo – Vía Láctea) el pasado martes 28 de Diciembre del presente. Y estoy aquí pues es el pueblo donde vive mi amigo José Antonio, padre de mi ahijado José Manuel y esposo de Mari (la madre que parió a mi ahijado) y, también mi amiga.
Dicen que uno siempre vuelve a los lugares dónde alguna vez amo a la vida. Y es aquí dónde procuro venir una vez al año, pues no recuerdo cuando fue la vez que aquí empecé a amar la vida (y llevo bajando 22 años). Aquí aprendí a AMAR A LA VIDA, es todo lo que puedo deciros, igual que gracias al Karate, APRENDÍ A COMPRENDERLA.
Es todo en general y nada en particular lo que haga de éste bello pueblo un lugar especial. Vaya dónde vaya me siento encasa (leed que he escrito “en casa” y no “como en casa” – el matiz es importante, los matices son siempre importantes -).
El campo, bello y tranquilo, estamos en invierno y ahora la tierra descansa, lo tengo a diez minutos andando desde la puerta de casa. La sencillez y humildad de sus gentes. La tranquilidad en el quehacer diario. La predisposición a conversar con el forastero hace que un café sea algo más que un simple café, aunque ya no me siento forastero en este pueblo.
Aquí he conocido a un PATER, Don Francisco, que antes fue monaguillo y antes de eso, aunque queda en la historia personal de él, comentaros que su devoción es tardía. Le llegó en una época de oscuridad, luce en su mano algún punto – marca de tatuaje carcelario -, y aunque no se sienta muy orgulloso de esa etapa, la reconoce, la acepta y la agradece, pues gracias a ella, pudo llegar dónde está hoy.
Es un placer conversar con el PATER, sabe mucho y mantener una conversación con un ser humano así, siempre es más que apetecible (precisamente ahora vengo de tomar café). Es todo pasión hacia Dios y su obra: el ser humano.
Don Francisco es antes que Pater, un ser humano, abierto a escucharte, comprenderte y ayudarte, siempre bajo una lógica cristiana. Se siente joven pues es joven, en su cara una sonrisa dibujada, habla claro, llano y ocurrente. La mirada se el ilumina especialmente cuando hablamos de la Virgen de Fátima, el segundo domingo de Mayo se celebra su romería aquí en Herrera y os recomiendo su asistencia – todo el pueblo se vuelca en su patrona -, si no preguntádselo a mi augusta madre cuando la veáis. Se viste de corto ese día y es uno más (de hecho es uno más en su devoción).
Y con ese ser humano hablo y converso siempre que vengo. Ahora anda enfrascado en la reforma de la parroquia, aspecto éste que lleva con auténtica pasión, pues espera (desea) que la próxima Semana Santa, puedan salir desde ella los pasos de las diferentes procesiones que en este bello pueblo sevillano o andaluz, se realizan (y encima es una Semana Santa de tradición, se explica al pueblo la Pasión del hijo de Dios hecho hombre - también aconsejo la experiencia de vivirla y sobretodo, sentirla -). Me atiende en la Sacristía y si se tercia (que acostumbra a terciarse), quedamos para desayunar otro día, así podemos conversar de cosas más mundanas y profanas, como las que últimamente mantenemos.
Bueno amigos/as, en el penúltimo del año intento asimilar todo lo que durante el año ha pasado, y que al contrario de cómo acabó el 2009, éste pinta bien, pero que muy bien. Así que id en paz, y mañana más, aunque no prometo hacerlo mejor, pues sería del todo imposible, aunque eso si, haga lo que haga, siempre intentaré hacerlo lo mejor que sepa y pueda.
Un abrazo
TONI