lunes, 28 de junio de 2010

Prehistoria de un Arte Marcial (4)...

Queridos/as amigos/as:

Nota: esta es la última entrega de la Prehistoria de un Arte Marcial. Proximamente entraré en más detalles sobre la Historia del Karate, escritos que intentaré sean lo más amenos posibles...

La historia de Okinawa registra, que durante la Dinastía MING (1368 – 1643), tuvo lugar una guerra allá por el año 1470. Después de la caída de Okinawa, un soberano originario de China llamado SHO-HA-SHI, presidió el gobierno con intenciones de establecer un país culto. Una de las medidas para acrecentar su control sobre Okinawa fue la confiscación de todas las armas. Esto obligó a sus habitantes (desposeídos de sus armas) a inventar e ingeniar rudos métodos de defensa. Otros, decidieron ascender a las montañas buscando una vida de meditación y defensa con ejercicios, en los que se adiestraban la correcta utilización de pies y manos como método de defensa.

Durante este tiempo de influencia china, las rudas formas de Arte Marcial fueron utilizadas por los piratas japoneses (llamados WO-K’OUS) en sus saqueos de las ciudades meridionales chinas.

En 1916 se levanta el velo del secreto del Karate, cuando dos expertos de Okinawa Kenwa Mabuni y Gichin Funakoshi (considerado el creador del Karate moderno) introdujeron sus técnicas en Japón. Su objetivo no era promocionar el Karate solo como un Arte Marcial, sino también como un Deporte o forma de realizar Actividad Física, aspecto que consiguieron ampliamente por todo el territorio al ser introducido en las Universidades y Colegios Mayores, perdurando hasta la segunda Guerra Mundial.

Al concluir la gran contienda, el Karate llegó prácticamente a desaparecer, debido principalmente a la prohibición expresa de las americanos y al gran número de practicantes fallecidos. Poco a poco fue levantándose su prohibición y la llegada de la Independencia favoreció un nuevo resurgir.


El CH’UAN-SHU o Kung-Fu era practicado por los chinos en los países extranjeros a los que llegaban mucho antes que el Karate fuese introducido en el mismo Japón. En Norteamérica entró por los Kuriles chinos que trabajaban en las minas y en la implantación del ferrocarril allá por 1848.

NOTA: Cuenta una leyenda…

YEN HUI estudiante de un Arte Marcial se dirigió un día a su Maestro diciendo:
-Maestro, estoy haciendo progresos.
-¿De qué forma? Preguntó el Maestro.
-He renunciado a hacer el bien y a tener razón, contestó el discípulo.
-Eso está muy bien, pero no está todavía lo suficientemente bien, contestó el Maestro.
Pasó el tiempo y el discípulo se dirigió de nuevo al Maestro y le dijo:
-Maestro, estoy haciendo progresos.
-¿De qué forma? Preguntó el Maestro.
-Simplemente estoy sentado y olvido, respondió el discípulo.
-¿Qué quieres decir con que estás sentado y olvidas? Preguntó extrañado y sorprendido el Maestro.
-Me he liberado del cuerpo y he renunciado a toda idea de saber. Si estoy libre del cuerpo y del espíritu puedo identificarme con el Universo. Esto es lo que quiero decir con estar sentado y olvidar. Respondió así el discípulo.
El Maestro reflexionó y dijo entonces:
-Cuando hay unidad no pueden existir preferencias. Cuando se busca el cambio no puede existir constancia. Si has logrado esto, deja que entonces sea Yo quien me convierta en tú discípulo.


En fin amigos/as, como decía, la Prehistoria y la Historia de las Artes Marciales está llena de Leyendas y Mitos, que han llegado a nuestros días a través de la tradición oral en primer lugar y, después, alguien se dedicó a recopilarlas para que, en nuestros días la tradición se perpetue por escrito. Evidentemente siempre estará sujeta a grandes proezas de leyenda, debido a que un Arte Marcial no es patadas y puñetazos, va más allá, mucho más allá... (en principio).

Un abrazo

TONI

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