martes, 15 de junio de 2010

Prehistoria de un Arte Marcial (2)...

Queridos/as amigos/as:

Continuando con el artículo anterior, prosigo...

...Para derrotar este control extranjero, pronto surgieron Escuelas de Artes Marciales, con el fin de prepararse para la revolución que se estaba gestando y estaba en ciernes.
Una de las Escuelas más famosas, situada en el monte SU, provincia de HUNAN, estaba en un Monasterio llamado SHAOLIN o SIL LUM (en cantonés) o SHORIN-JI (en japonés). Los Maestros expertos de este Monasterio eran ex-oficiales de la Dinastía MING, perseguidos por el ejército MANCHUE. Estos hombres se afeitaron la cabeza (haciendo de ello un ritual que ha perdurado hasta nuestros días), vistiendo los mantos del sacerdocio y convirtiéndose en monjes en nombre de este templo budista.
La idea de este ritual, derivaba de una antigua tradición china del sistema familiar: como civil o miembro de una familia, un ciudadano estaba sujeto a las leyes de su país y a las de su propia familia, sin embargo, si se convertía en monje y pasaba por los ritos del ingreso a la congregación, ya no formaba parte de la familia ni del estado, puesto que se convertía en un adorador y sirviente de un Dios que no pertenecía a este mundo.
A ésta persona se la conocía como CH’U-SHIA y aunque aceptaba al Emperador como hijo del cielo, ya no formaba parte del sistema ni estatal ni familiar y por tanto, no se encontraba sujeto a las diversas restricciones tanto estatales como familiares. Con frecuencia, su nombre era borrado de los registros familiares, principalmente porqué se consideraba una desgracia abandonar a la familia y convertirse en monje, pues entrar en un Monasterio implicaba no estar sujeto a la Ley del estado o a las del sistema familiar.
Los MANCHUES, pueblo nómada mongol, llenos de supersticiones, los asuntos religiosos eran tabú, de ahí su poca preocupación por ellos. Desgraciadamente para los militares de la Dinastía MING, un informador delató esta falsa conversión, lo que provocó la ira de los MANCHUES asaltando el Monasterio. Las gestas de estos monjes aún hoy corren como leyendas, leyendas éstas que nos hablan de sacrificios, heroicidades y del valor en el combate, que aunque no les sirvieron para conservar la vida si sirvieron para precisamente, crear su propia leyenda (que aún hoy perdura).
Los pocos que escaparon de la masacre, buscaron refugio en la China meridional, creando un nuevo Monasterio en la provincia de FUCHIEN, bajo las estrictas directrices del anterior templo SHAOLIN...

Continuará...

Un abrazo

TONI

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