Dos lagrimas...

Hola amigos/as:
No hace mucho con la revista que los domingos viene con "El País" salía una entrevista con "El Cigala" comentando aspectos de su nuevo disco (el que me trae a escribiros hoy) y sobre el anterior, aquel "Lagrimas negras" con Bebo Valdés (hace ya cinco años).
El domingo que salía a la venta, para ser mas exacto y concreto al comprar "El País", que luego me disperso y para que me dispersen con sus dispersiones ya están los políticos, la mala prensa y mis propias dispersiones típicas de las noches largas y las faldas cortas… Veis, ya me estoy dispersando. Pues eso, el domingo al comprar “El País”, periódico que lo único que vale la pena es la revista, a mi humilde criterio, la mejor del domingo, pues eso, le entregué al vendedor otros diez euros mas y a cambio me encontré con el nuevo trabajo de “El Cigala” titulado “Dos lágrimas”.
Si el anterior, “Lágrimas Negras” junto al excelente pianista cubano Bebo Valdés, era simplemente genial, para escuchar en la intimidad de tus adentros, éste es algo sublime.
La copla, el son, el guagancó… todas con esa voz profunda, seca, con desgarro acompañada por la profundidad del piano que imprime una pausa a la castigada y natural voz de “El Cigala”.
Las canciones, un total de once, se suceden con ritmo lento. Una a una van desgranandose, a cual mejor (recomiendo "Compromiso" a duo con Reinaldo - maestro y leyenda viva del son cubano -). Es un disco que lleva una atmósfera de tertulia, de silencios, de una profundidad que la voz de "El Cigala" te transporta siempre acompañada de fondo con el piano.
Puede que algunos digan es más de lo mismo y no le negaré la razón. Pero es diferente y al mismo tiempo como el anterior, lo que nos lleva a la máxima de que si algo funciona para que vas a cambiarlo, esta máxima es de derechas, pues si fuese socialista automáticamente debería de cambiarse para institucionalizarla y perder el encanto de lo que es único.
Son canciones de toda la vida, canciones versionadas y personalizadas por un gitano que hace un tiempo descubrió a los maestros del son cubano como Bebo "padre" Valdes, un pianista que tocó para Luky Luciano, Frank Sinatra y tuvo de adolescente la gran voz de la salsa: Celia Cruz.
Un gitano que sabe cantar como solo ellos lo hacen, pero que su voz acompañada y mezclada con fusión y pasión al son, nos deja una visión y percepción diferente de auqellas canciones que en su día las interpretaron otros grandes.
El concepto "globalización" aquí es realmente mágico. La fusión de dos culturas a través de dos músicos (sin menospreciar el ojo del productor) llevó a Bebo y "El Cigala" a una gira entre maestro y alumno. Como debía de ser, el alumno hoy es Maestro, pero solo se ha atrevido a volar cuando el maestro le ha dejado partir.
El nuevo disco se venderá en exclusiva con "El País" durante un mes y los días corren. En esta ocasión emula a "Prince" (otro grande) cuando tuvo problemas con la discográfica y decidió vender y distribuir su último trabajo con la prensa.
Un disco para una conversación a media tarde...
Un disco para escuchar... para sentir... para aprender... para compartir...
En fin, que hoy acabo ya para no dispersarme más y no aburriros. Un abrazo prometiendo que mañana más pero no mejor, pues del todo me resultaría imposible, aunque prometiendo intentarlo.

TONI