miércoles, 28 de mayo de 2008

Villalpando - Ourense - (Portugal) - San Xenxo


Hola amigos/as:
Amanece, que no es poco. Tenemos tantas ganas de proseguir camino Arturo y yo, que decidimos despertar campestremente al resto de compañeros: KIKIRIKIIIIIIIIIII
Después del frugal desayuno a base de chorizo, tostadas, mantequilla, café, mermelada, el tal José Luís (a partir de ahora ya es José Luís) se da cuenta que tiene floja la rueda trasera. Busca alguien que repare la rueda (y es la segunda en dos días). El cielo amenaza lluvia y nos vamos para Ourense a comer con unos amigos/as que José Luís ha conocido semanas atrás en República Dominicana.
Si es que lo que tenía que pasar acaba por pasar. José Luís pincha la rueda y paramos en la autovía. Llama a la grúa, peléate con los de la aseguradora y total, para que acaben llevando la moto dónde tú dices pues el que pagará la factura de marras va a ser el propietario de la moto.

Arturo presto y servicial se ofrece como piloto de José Luís, y esta vez creo que sin tocamientos impuros. José Luís de guía; que Nuestro Señor Todopoderoso nos coja confesados.
Llueve, empieza tímidamente para descargar toda su fuerza sobre nuestras cabezas pasados dos segundos. Llegamos al restaurante en cuestión sanos y salvos, pues a pesar de la lluvia y de la velocidad impuesta por Antonio llegamos. Por cierto, muy guapas las galleguitas, la comida buena y siempre que Pedro escoge el vino, la factura sube un pico. Los vascos a los suyo, son independientes y ahí están, de convidados de piedra (supongo que el gallo y otros ruidos campestres no les han hecho mucha gracia).
Terminamos de comer y el grupo se separa, la lluvia sigue cayendo sin atisbos de disminuir su fuerza, mostrando su poder de descarga. Nos dirigimos a Vigo y ahí empieza lo divertido: Arturo, José Luís, el GPS y el teléfono no se ponen de acuerdo.
Una vez llegamos al concesionario, mientras las motos pasan la oportuna revisión, José Luís recoge su moto y yo me quito las ranas que llevaba dentro de las botas (el resto del cuerpo estaba seco), realizamos alguna compra.
Arturo nos enseña a todos que su GPS tiene el lugar del Hotel de reunión y pregunta si el que ha seleccionado es el Hotel dónde debemos pernoctar. José Luís, que el único mapa mundial que ha visto son unas nalgas pintadas, de ahí que su concepción del mundo pasa por un hermoso trasero partido en dos, decide pulsar el botón y en marcha.
Transcurría una hora desde que salimos de Vigo, y yo empezaba a estar harto de la lluvia y viendo que entrábamos en Portugal me pregunto: ¿El Hotel de la reunión no estaba en España? ¿Qué coño hacemos en Portugal? Total que le digo a Arturo que creo nos estamos equivocando, que pare y compruebe la ruta. Efectivamente, nos íbamos hacia el Hotel del segundo día. Media vuelta y otra horita hasta llegar a Vigo más lo que nos falte para llegar al hotel.
Llegamos a las 23’00h, mojados después de conducir aproximadamente diez horas bajo la lluvia y trece desde que salimos de Villalpando. La cena ha empezado sin nosotros, yo que esperaba hacer un SPA, que bueno en realidad lo hice en moto, pero no es lo mismo (como fornicar con condón, es bonito pero no es lo mismo).
La cena era una mariscada, pero no de almejas francesas (las que son de la mer), a base de gambas, vieiras y otras delicias.
Al acabar la cena, nos espera una queimada, risas, reencuentros y a dormir, que mañana empieza el TOURING RIDE. Buenas y húmedas noches. Hasta mañana. Un abrazo

TONI

1 comentario:

jose luis dijo...

Hola escritor de cuentos cómicos te felicito por tu poder narrativo y por lo muy guarro que eres en todos los sentidos, quiero decir de ida y de vuelta.
Un abrazo.
J.L.