jueves, 22 de marzo de 2007

Hoy cumplo... años

Hola amigos:

Hoy es un gran día, es el día que conmemoro mi nacimiento. Y ya van 40 conmemoraciones, aunque está es un tanto especial. Pero no por el hecho de cumplir 40, que bien podría ser especial por si misma, puesto que 40 años es un número bastante impresionante a simple vista.
En un día como hoy hace ya 40 años vine al mundo de madrugada… En una familia que me toco por imperativo divino, pero a lo largo de estos años me he dado realmente cuenta que la familia como el lugar de dónde uno nace, no significa que pertenezcas o seas de ese determinado lugar y/o familia.
La familia la formas con el pasar de los años, y si encima te toca una como la mía, pues con más motivo y razón llegas a la conclusión de que has nacido ahí por alguna razón que se escapa al intelecto racional de una persona que ha abierto los ojos y sus sentimientos a personas, que realmente han apostado por ti, que confían en ti, que respetan aquello que haces y dices, que saben tirarte de las orejas (hablando) cuando deben y sobretodo, saber que eres una persona digna de ser amada y respetada. Ahí es donde uno se da cuenta realmente de que su familia, por la que suspira, goza y llora no es precisamente en la que naciste. Pero repito, este es mi caso y gracias a Dios (o a quien sea) no es el caso de alguno de los lectores. Aunque ciertamente, en el fondo, muchos amplían su familia y no precisamente aportando vástagos al planeta, si no adoptando nuevos seres humanos a ese círculo tan dignificado que es el familiar.
El lugar de procedencia tampoco marca que uno se sienta o no de ese lugar, puede hacerlo, por supuesto que puede. Uno se siente catalán aparte de por el hecho de haber nacido, por haberse desarrollado o por haber crecido económica, espiritual, familiar e intelectualmente. La tierra que te vio nacer no necesariamente ha de hacerte sentir que perteneces a ella, realmente nadie pertenece a nadie y todos nos pertenecemos a todos, y ya se que es una utopía, pero para eso están las utopías, para ayudarte a caminar hacia delante con dignidad.
Algo que con los años he aprendido, y sobretodo los últimos, es a vivir con dignidad a pesar de todo. Las cosas se pueden hacer bien o mal, y lo fácil es hacerlo mal mientras no sabes hacerlo bien. Pero el hecho de tener ganas de hacer las cosas bien, cuesta. Y cuesta más al principio, pues como no tienes ejemplos vivos para saber como diantre deben hacerse las cosas bien (y hablo siempre basándome en mi lección de vida), uno se fija en lo que siente, en aquello que ve y le emociona y se pregunta porqué me emociono al ver algo que realmente es hermoso de por sí.
Es entonces cuando se pregunta que también quiere hacerlo pero no sabe como y lo hace desde el sentimiento de su experiencia, de la experiencia vivida a través de la captación de aquellas imágenes. Muchas veces lo hace sin preguntar y es cuando a través de los errores aprende que lo más fácil cuando alguien quiere hacer las cosas bien debe de preguntar y, queridos amigos, preguntando se llega a Roma y al corazón de los seres humanos dignos de ser amados.
Se que he cometido muchos errores y a veces mi comportamiento no ha sido el adecuado o no ha sido el correcto. No pienso excusarme en ejemplos vividos, pues lo fácil es vivir quejándose, pero lo bonito es vivir sintiendo que amas y eres amado en la misma medida. Y yo he tenido que aprender que el amor es desmedido pero debe ser medido para no irte por los extremos.
Pido excusas a quien en algún momento mi comportamiento le haya contrariado u ofendido, no voy a justificarme, simplemente pido excusas de la misma manera que he aprendido a dar las gracias y a decir NO.
He escogido un camino y solo el tiempo me dirá si fue el correcto o no, pero si puedo deciros que es el que más satisfacciones me está reportando.
Hoy puedo decir que soy FELIZ, que conozco la felicidad, que me siento feliz… Pero no por el mero hecho de decirlo, sino porque realmente estoy orgulloso de ser lo que soy y de seguir esforzándome en ser mejor aún, sin olvidar de dónde vengo para saber exactamente hacia dónde quiero ir.
Es cierto, cumplo 40 años y el amor de una mujer falta en mi vida. Me falta esa sonrisa cómplice, esa oportuna caricia que alivia, esa suave mano tendida que sujeta, ese hombro donde sentirse descansado… Ese amor de una mujer (que no es el de madre, pues ese ya lo tengo) que más que mujer es la compañera de viaje en este apasionante y a la vez maravilloso paseo por la vida.
Y como no, esos pedazo de polvos llenos de pasión, lujuria y desenfreno que además de todo lo escrito en el párrafo anterior, encima te hacen sentir de puta madre. Para que vamos a engañarnos y andarnos con rodeos si eso también es amor.
Bueno amigos, simplemente daros las gracias por estar ahí. Un abrazo

TONI

1 comentario:

Sergi Marcén i López dijo...

Bueno capullito, ante todo MUCHAS FELICIDADES ¡¡¡¡
Veo que hacer años te va bien, pero por otra parte sufro por tu mano.... ya me entiendes.
Un abrazo muy fuerte.
Sergi