jueves, 20 de diciembre de 2007

Recordando...


Hola amigos/as:

El otro día me planté en la puerta de un colegio mientras paseaba por Sant Feliu de Guixols (Costa Brava – Girona) y multitud de pensamientos a mi mente llegaron rememorando mi mas tierna infancia. Me quedé alucinado al contemplar ciertos detalles que entonces como buen tierno infante las consideraba normales. Os habéis fijado cómo salen los niños de la escuela… Es espeluznante y encantador. Salen despavoridos, corriendo en cualquier dirección, como endemoniados, empujándose, gritando... como huyendo de algo, lo que puede ser normal si recuerdo que yo iba a un colegio de curas y en cambio éstos van a un Instituto público (que no púbico, aunque como crecen las zagalitas hoy en día…)
Yo recuerdo que de pequeño no salía del colegio de esa forma tan violenta, más que nada porqué ahí estaba el cura Sobón o Colleja que te hacía salir como Dios manda.
Los curas siempre te recordaban que debías de estudiar para poder ser un hombre de provecho, y ahora que estoy en la mejor edad, me doy cuenta de que algunas hembras han sacado mejor provecho de mí que yo de ellas, pero seguramente no se referirían a ese tipo de provecho.
Lo que no ha cambiado es el mochilón que hay que llevar de libros y dicen que todo eso te lo tienes que meter en la cabeza. Qué empeño en meter cosas en la cabeza que te dicen sirven para algo y con el paso del tiempo te das cuenta de que entran en la cabeza y no sirven, solo para ocupar espacio en el disco duro cerebral. Es más, en el colegio se aprenden muchas cosas inútiles:

1.- Para qué se tiran tres meses enseñándote a diseccionar una rana. No sería más ilustrativo que te enseñen a pelar una gamba o cortar jamón, pues en la vida pelas mas gambas y comes mas jamón que ranas, por lo menos yo.

2.- Las matemáticas y los conjuntos: estan los conjuntos conjuntos y los conjuntos disjuntos. Muy bien, me ha sido de gran utilidad en mi vida saber que lo que está conjunto lo está y lo que está disjunto no está conjunto con lo que debería de estar conjunto.
Ahora, el conjunto que cambió mi vida ha sido el conjunto vacío: con dos cojones al enseñarle las notas a mi padre me decía: “Tonino, este cero en Matemáticas que es”, “No es un cero papá, es un conjunto vacío”. La somanta de hostias que me venían encima por chulo, pero es que claro, como dice mi querido hermano José, a mi la caña me iba… y me va, pero no de ese tipo, ni la cervecera, es la caña femenina, a buena entendedora, palabras sobran…
Luego te enseñan a sumar, restar, multiplicar, dividir.. Y ahora te preguntas: "Porqué no me enseñaron a calcular una hipoteca". Te enseñan la raíz cuadrada o el logaritmo neperiano de... Y que grande es la raíz cuadrada y el logaritmo neperiano. Lo bien que me ha venido a mí saber calcular la raíz cuadrada y el logaritmo neperiano... Sin ir más lejos la he usado...NUNCA. O saber el famoso número PI, sirve tanto como la raíz cuadrada o el logaritmo neperiano para poder llegar a fin de mes en tus calculos diarios, sobretodo cuando aquellos que estáis casados vais de compras con la mujer o va ella solita, que para eso no nos necesita para nada.
Y cuando llegaba el profesor y dictaba los enunciados de los problemas que jamás se plantean en la vida adulta:
- Si Pedrito tiene seis manzanas, viene su hermana y le quita dos, viene su
primo y le quita otras dos y luego el perro se come una... ¿Cuántas manzanas tiene Pedrito? Pues no lo sé, pero, francamente, si quiere mi opinión... Pedrito es gilipollas y un buenazo, por no llamarle blando.

3.- Otra cosa que te enseñaban (mas tarde ya en el Instituto) era el latín y el griego, que la vida te dice que el latín lo saben los listos sin estudios y el griego mas que una lengua es un acto sexual que es como cagar pero para adentro (como dice mi amigo Artorius), aunque entonces las llamaban las lenguas muertas

4.- ¿Y la sinalefa? A mi me suena de algo la segunda parte de esa palabra compuesta, pero me suena a guarrerida sesual enlas caiditas de Roma por la banda izquierda, en fin, que me negué a estudiarla e hice Ciencias Mixtas, estaba con las chicas más feas del Instituto, pues las guapas querían ser todas abogadas o Empresarias. Creo que hoy en día son amas de casas sumisas y obedientes, entonces iban de feministas…

5.- Hablando de cochinadas: también te enseñaban los gases nobles... A mí me parece muy bien que los nobles se tiren sus gases como todo el mundo, ¿pero es necesario estudiarlos? Pues hay y ha habido muchos nobles, es como preguntarle algo al servicio, la verdad, nunca he sabido que preguntarle a la taza del water. No le veo la lógica a ese estudio…

6.- La clase de música. En casa no te dejan gritar ni jugar al balón en el pasillo, pero podías tocar el piano, la trompeta (un servidor) y la batería (el sopla gaitas de mi hermano mayor) hasta que papa dijese basta, pues además iban con nota (profesor particular) y pobre si las notas no eran positivas, para que rememorar esos momentos tan tiernos. Total para aprender a tocar "Noche de paz, noche de amor..." (prefiero su práctica), u otra pieza melódica en alguna que otra fiesta familiar, aunque yo formé parte de la Banda de Música del Colegio Padre Manyanet hasta que me echaron…

7.- Gimnasia... ¿De qué te va a servir en la vida saber dar una voltereta? ¿Y saltar el potro? O en mi caso ¿encestar una canasta? ¿chutar una pelota? Y eso que soy Licenciado en Educación Física por el INEFC (y también en Rulología y Deportes – ciencia que estudia la realización de chuletas tipo rulo en la que me licencié con CUM LAUDE y mi amigo Salva aún me debe el Título -), pero me sigo preguntando de que sirve, pero el buen Gobierno con sus cambios de leyes en la política educativa ha encontrado una explicación a ello: el alumno ha de ser capaz de controlar su cuerpo en los diferentes ejes del espacio. Yo recuerdo un exámen que debía de darle 50 toques con el pie a un balón de fútbol sin salir del círculo central. Le dí cinco y recorrí todo el campo para ello, vamos una proeza. Y desde aquí darle las gracias publicamente a mi amigo Salva por ayudarme a mecanizar el circuito de fútbol, los tiros a puerta desde el corner y los penaltis. gracias Salva, si no es por tí, aún hoy me quedarñia suspendida la apasionante asignatura de Fútbol.

La única vez que estuve atento en el colegio fue cuando explicaron la reproducción humana. Aunque tampoco me sirvió de mucho: primero hablaban de un guisante... después de unas abejas que salían de su colmena y llevaban el polen por ahí. Luego enseñaban unos dibujitos de una pareja en pelotas... Que yo pensaba: ¿Y aquí quién de los dos tiene el guisante? Así que me aficioné a las revistas eróticas y a las películas sin argumento, pues aunque no se aprende mucho, pues en la práctica como se te ocurra hacerle eso a una mujer lo tienes claro para repetir y/o acabar…

Pero ahí no se acababa el follón, porque yo sabía que había una cosa que se metía en algún sitio (de ahí el visionado de revistas y películas), y ellos además te hablaban de una cigüeña... Con lo que iba a mi casa pensando que la reproducción humana consistía en que una cigüeña metía un guisante en una colmena y una abeja lo esparcía. Muy bien. Yo no quería molestar, pero entonces yo me preguntaba ¿para qué me sirve a mí la polla? En las revistas y películas encontré su explicación, luego alguna compañera me ayudó en su utilización y con clases particulares aprendí la anatomía femenina.

En fin, amigos, que según lo que nos enseñaban en la escuela, un hombre de provecho es un tío que sabe lenguas muertas, come guisantes, da volteretas y toca la trompeta...

Un abrazo a todos/as…

TONI

1 comentario:

Anónimo dijo...

aaaaaajajajaja, buenisimo!