sábado, 13 de junio de 2009

Virtualmente conectados...

Hola amigos/as:
En cierta ocasión, he leído que recibir mensajes vía e-mail, es bueno para mejorar nuestro estado de ánimo.
No sé cuánto de cierto puede haber, y si hay algún estudio científico que lo corrobore. Lo que si sé, es que sé interpretar mis sentimientos, y no tengo ni la más menor de las dudas en afirmar que es una realidad, mi realidad.
En los últimos meses, he tenido el privilegio y el honor de conocer a personas fantásticas que han aportado a mi vida en momentos inesperados (casualidad o causalidad), mensajes de optimismo, de calidad, de vida, de amor, de humor, de mujeres (y hombres – alguna graciosilla también las hay, como las meigas -) desposeídas de sus ropajes (que alegran mi vista), de paisajes reales e increíbles, fotos varias, de reflexión…
Todos los días, y rescribo lo de todos, recibo mails de personas de buena voluntad (en principio) que se han tornado importantes en mi vida, aunque algunos de ellos estén a miles de kilómetros físicos de distancia, no así en mi corazón. Lo que me impresiona de estos seres humanos con disposición y disponibilidad es su capacidad para ser generosas, afectivas… que me envían mensajes reconfortantes, ayudan e incentivan.
Un abrazo físico no lo sustituye un mensaje enviado por ordenador, y es gracias a esos mensajes que me siento abrazado constantemente por esos amigos virtuales que he ido encontrando en mi camino. Aunque he de deciros que de virtuales tienen bien poco, pues es gracias a esos mensajes que noto su afecto de manera palpable (o esa es mi ilusión).
Hay algunos que lo hacen ocasionalmente, otros de manera constante (como Yo) y, gracias a ello, aparte de formar parte de mi agenda de direcciones, confieso que también forman parte (en cierta medida) preferente de mi corazón. De ahí que cada día esté pendiente de los mensajes como un adolescente esperando a mis amigos, por lo que y para algunos casos, no deberíamos de crecer nunca.
Como todo en la vida, hay que saber hacer uso de esta nueva forma de relacionarnos y no renunciar al contacto físico, aunque la falta de tiempo y la distancia, hacen de este medio una forma eficaz de recorrer a menudo la senda que lleva a casa de tú amigo, y de esta manera impedir que crezca la maleza y lo oculte (proverbio indio).
Hay días que me sorprende un mensaje cariñoso cargado de afecto que me produce una energía positiva de efectos terapéuticos que parece estar hecho a propósito.
Otros en cambio, recibo basura, como en la vida real, sin querer recibes basura. Lo que pasa es que filtrando y eliminando puedes quedarte con lo positivo.
Nuestra tarea es hacer una relación de lo que es bueno, de lo que nos hace pensar, reflexionar, reír, sentir, amar, saber que estamos de paso, que no cuesta nada hacer feliz al prójimo sólo si se tiene voluntad de hacerlo, pues haciéndolo, en cierto modo también nos hacemos felices a nosotros mismos.
Si puedo afirmar que algunos forman parte de mi vida, aunque a algunos os resulte difícil responder a mis mails, sólo deciros que merece la pena dedicar parte de mi tiempo en teneros presentes…
Un abrazo
TONI

No hay comentarios: