lunes, 24 de septiembre de 2007

Es lo que aceptamos...

Hola amigos:

Llevo varios días dándole vueltas a mi descerebrado cerebro sobre el tema de lo que consumimos (entiéndase desde la comida hasta la reciente asignatura de Ciudadanía) sin quejas de ningún tipo, exceptuando las que hacemos en pequeñas y gratificantes comidas diurnas o nocturnas, que hablamos sobre esto y sobre lo otro, arreglando de aquí y desarreglando de allá, pero sin mover un solo brazo para realmente producir los cambios que deberíamos: somos unos quejitas conformistas.
Realmente somos un chollo desde el momento en que aceptamos que un tomate no debe de saber a tomate y el pan a un sucedáneo de chicle de trigo, teniendo en cuenta dos cosas: nuestra tierra es la perfecta para poseer inmensos trigales de primera calidad y la mejor huerta del mundo mundial (y parte de la galaxia) para que lo disfruten los de fuera, básicamente lo que se llama exportación.
Aceptamos que un tren de cercanías tarde tanto o mas que uno de largo recorrido, por no comentar el asunto Alta Velocidad Española (AVE) y el retraso en llegar a la principal entrada y salida de el País de Don Pimpón: Catalunya (mal le pese a quién le pese).
Después de estar un año y medio pendiente de una OPA entre hidroeléctricas, en donde se ha leído, visto y oído los enormes sueldos de los altos directivos y los millonarios márgenes comerciales, mientras nuestra factura no deja de subir, teniendo en cuenta que darle al interruptor de la luz es darles cada vez mas dinero y teniendo el riesgo (como así ha sido) de que una de las ciudades mas importantes del País de Don Pimpón, quede literalmente a oscuras.
Nos encanta hablar pestes de nuestra Sanidad Pública para poder pagar la Privada teniendo los mismo médicos y sobre el asunto de la educación de nuestros infantes, púberes, adolescentes e Universitarios nos entretenemos en si es mejor estudiar religión o urbanidad (para que luego acaben orinando en la calle).
Sobre la programación de televisión ya ni hablemos: nos interesa mas el picor vaginal de una famosa o supuesta famosa, que lo que está sucediendo de verdad. Y es que las televisiones de este País de Don Pimpón son las que más dinero ganan, pues producir programas en donde un montón de “periodistas del corazón” viven de la mierda para contentar al pueblo: el famoso Pan y Circo para el pueblo que decían los romanos. No me extraña que los jóvenes deseen ser antes basura que arquitectos, pues la basura hoy en día vive de marcas y de airear la vida privada con estafas, estupros y otras deidades (supongo que estudiar Ciudadanía será para mejorar las expectativas de que carajo quieren ser nuestros jóvenes de mayores: yo quiero ser famosa del corazón).
Para pagar una hipoteca invertimos una vida: jóvenes con 20 años adquieren una vivienda para tenerla pagada con 70 años. Sin contar que los materiales son de pésima calidad, la estética recuerda a la del anterior Jefe del estado, es decir, el Generalísimo Paquito “El Chocolatero” y que para ello se haya destruido ecosistema o algún paisaje digno de ser conservado.
En fin, a pesar de alguna protesta con sordina, nos encanta que nos tomen por gilipollas tanto o más que darle a un tonto un lápiz. Y eso los políticos (charlatanes de los de antes) lo saben y el día que aprendamos a consumir y a dejarnos de tonterías se les va acabar el chollo de tenernos como consumidores fieles.
Hasta aquí he llegado hoy, mañana mas intentando hacerlo un poco mejor. Un abrazo

TONI

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