domingo, 10 de mayo de 2009

Hostal del Sol***...

Hola amigos/as:
De un tiempo a esta parte he recibido algunos correos en alusión al Hotel Hostal del Sol*** y, francamente no se como llegan a éste mi vuestro blog. Por ello he tomado la decisión de filtrarlos pues, lo que hago aquí es escribir sobre lo que se me ocurre y como una forma de evasión. Así que no os ofendáis (si que hay alguno que se ofenda por ello) si no salen publicados, pero os aseguro que tomo buena nota de ellos y por eso escribo hoy sobre el Hostal del Sol***.
El Hostal del Sol es una antigua casa de veraneo, construida allá por 1890 precisamente por los llamados “indianos”, personas que se fueron a hacer las Américas y con el dinero hecho, al llegar a sus puntos de origen, decidieron hacerse este tipo de casas tan propias de localidades como Sant Feliu de Guixols, Sitges, Comillas, Calella de Palafrugell, Palamós y alguna que se me queda en el tintero.
Éste tipo de casas fueron de veraneo, nunca residenciales en principio, y aunque carecen de las modernas comodidades, la pretensión del Hostal del Sol*** es intentar preservar ese encanto con el que fueron concebidas: un lugar de descanso. Un lugar en el que pasar unos días, sintiéndose como en casa pero sin estar en casa, venir a descansar, a leer, a disfrutar de un jardín centenario (muy bien conservado y cuidado), con unas hortensias dignas de ver en su máximo esplendor (finales de Mayo, Junio y Julio), pasear por lo Caminos de Ronda (hacia Palamós y hacia el mismo centro de la localidad en la que se encuentra), pasear por el Carril Bici (que lleva hasta Girona u Olot), buscar Cultura (Festival de la Porta ferrada, Perelada, Museo Dalí en Figueres…) pueblos medievales como Santa cristina, Palau Sator, Romanyà de la Selva, Peratallada, practicar Golf o Tenis, o simplemente: contemplar el cielo tumbado sin pensar en nada… Que maravillosa es la opción de la libertad, permite tantas cosas.
Cierto es que no posee aire acondicionado, pero la casa se encuentra en lo alto de una colina, con lo que aunque haga calor, evitarlo no se puede evitar, cuando hace calor lo hace en todos lados, y el aire acondicionado, incrementaría el precio por alojarse y en los tiempos que corren, muchos hornos no están para bollos. Pero (siempre debe haber un pero), el hecho de bajar las persianas, dejar la ventana abierta durante el día, momento en el cual el huésped está fuera disfrutando de las bellas playas y calas, o realizando visitas culturales o de placer por los bellos pueblos de alrededor, dejar el aire acondicionado encendido, sólo produce un gasto energético elevado y contamina por su emisión de gases el medio ambiente. Puede sonar a excusa, pero aquellos que me conocen, saben de mi preocupación por el medio ambiente, y ese pequeño lujo va enfocado a eso: un lujo que tal vez considere innecesario pero bien necesario al fin y al cabo.
Cuando el huésped regresa al Hostal, viene para darse un chapuzón en la piscina, tomar una cerveza bien fría y relajarse en el jardín. Una vez llega a sus aposentos, aprovecha para darse una refrescante ducha y se acicala para salir a cenar y conocer la rica gastronomía de la zona. Entiendo también aquí la posible incomodidad que produce el hecho de no ofrecer alternativas, pero que en cierta medida se sustituye con una pequeña carta que se ofrece a nuestros huéspedes para degustarla en el jardín. Al mismo tiempo, ofrecemos un servicio de Snack Bar con “torradas” de embutidos Ibéricos o de la Comarca, así como también Sándwiches o Croissant con Nocilla para los niños/as y para los no tan niños/as. Ésta es una forma más de concebir el turismo como algo relajante y conocedor de allá dónde decides pasar tu tiempo libre y de descanso (bien merecido por cierto).
Otro aspecto a destacar es el de las camas, se han ido cambiando los vetustos colchones por nuevos, ahora hay más camas de matrimonio, para esas parejas deseosas de dormir juntos en sus escapadas, o aquellos que viajan solos y el descansar en una cama grande es una opción más. También se ha mejorado la calidad y cantidad de los productos que conforman nuestro desayuno, todo ello pensando siempre en nuestros huéspedes.
A destacar es el personal humano que un huésped se encuentra al llegar al Hostal del Sol***. Son de una humanidad sin igual, de una generosidad inusual en los tiempos que corren y sobretodo, el huésped no es un número. Llevo años en el oficio y jamás había encontrado un personal tan volcado y honrado en su trabajo, lo que hace que me sienta muy orgulloso y honrado al mismo tiempo de formar parte de ese plantel de seres humanos que hacen de la estancia algo que supera las comodidades modernas que el Hostal pueda carecer. Claro está que habrá huéspedes que busquen otras cosas, pero seguro que aquí entonces no lo encontrará, pues humanidad poseemos y mucha, y ese es un lujo verdadero y poco valorado hoy en día.
En conclusión, la única pretensión que tiene el Hotel Hostal del Sol*** es la de ser esa casa de veraneo para todos/as aquellos/as que nos visitan: llegar y su habitación lista, decidir si querrán cenar en el jardín o simplemente salir a cenar fuera, por la mañana desayunar en el jardín… Nuestro deseo y esfuerzo es la de proporcionar la sensación de que al partir, nuestro huésped ha descansado y disfrutado de unos días en auténtica calma. Si alguna vez fallamos, lo lamentamos muchísimo, pues al levantarnos cada día nuestra primera intención es que nuestro huésped se sienta como en casa, y somos humanos, por lo que a veces (las muy pero que muy menos) no llegamos a conseguirlo, pero esas se cuentan con los dedos de una mano.
Gracias a todos/as los que me habéis escrito, a los que habéis visitado y estado aquí, es a vosotros que cada día al levantarme piense en que puedo hacerlo mejor y eso hago, con mucho esfuerzo y con muchas ganas. Gracias

Un abrazo

TONI

1 comentario:

Anónimo dijo...

El hotel estaba bastante bien, tema calidad-precio correcto. La verdad es que el hotel es muy bonito y acogedor, pero le falta una limpieza de cara en las habitaciones, que los colchones y la decoración es un poco limitada, a parte de que las habitaciones no tienen balcón, ni siquiera tienen barandilla en la ventana para poder secar las toallas de la piscina, Tampoco hay aire acondicionado, hay ventiladores, pero por el día se está bien en la calle, y por la noche refresca bastante en esa zona, asi que no hizo falta