lunes, 15 de diciembre de 2014
Apegos...
Mis queridos/as amigos/as:
Alguien decía que no hay nada más peligroso que una idea, cuando es la única que se tiene. Evidentemente existen preferencias y posiciones definidas frente a distintos sucesos de nuestra vida, y es normal que sean respaldados los puntos de vista en los que creemos: es la mente que juega a razonar y exponer hechos.
Apegarse a una idea o un punto de vista (el propio o ajeno) o incluso a alguien, no es ya defender sus creencias (propias y/o ajenas), sino la relación que establecemos con ellas, fundamentadas en principio, en aspectos del todo insalubres. A saber:
- Nos sentimos en posesión de la absoluta verdad (o verdad absoluta) y,
- Identificarse con la creencia de tal manera que se es incapaz de renunciar a ella.
Aferrarse o apegarse a ello con uñas y dientes, le genera dependencia emocional (aunque él crea que es estabilidad). Así de absurdo (y poderoso) es el apego. De ahí al fanatismo, la delgada línea roja es muy fina.
El que se siente apegado a una idea o a algo o a alguien, las otras visiones o puntos de vista, están equivocadas y sólo existe su verdad (no hay pero ciego que aquel que no desea ver).
El autoengaño, generalmente siempre juega malas pasadas y entra por cualquier resquicio (es como el agua, siempre encuentra un lugar por dónde penetrar). Nos es más saludable ceder ante las evidencias que perseverar en ellas, pero es más fácil creer lo que uno cree sin importarle lo que los demás nos aconsejan, pues tememos al dolor de descubrir la verdad, o lo que es mejor: las cosas no son como queremos que sean. Las cosas son como son (pero es más fácil vivir en una mentira y continuar sobre lo que de momento y en principio me produce placer que un dolor detectado y descubrir lo erróneo de mi proceder).
Un ejemplo:
“Dos vendedores católicos están trabajando delante de un lupanar (burdel). Observan que entra un rabino y uno le dice al otro: ¿Qué se puede esperar de un rabino?. Al poco, entra un pastor protestante y el otro le comenta: ¿Y que debemos esperar de un protestante?. Entonces ven llegar a un cura, cubriéndose con la bufanda, abre la puerta y entra. Entonces ambos se miran y se dicen: Algunas de las señoritas que trabajan allí deben estar muy enfermas, ¿no lo crees así?”.
Si no hay (que normalmente los hay, pero para ello debes de ser valiente, no sentirte apegado y aceptar) otros puntos de vista válidos, el mundo gira a tú alrededor y eres insoportable. Tú idea es la que vale y los demás son los ciegos.
Defender lo que uno piensa es normal, hacerlo con pasión armoniosa es de sabios y, utilizar una pasión obsesiva es de tontos.
La información es poder, SI. Pero si no la contrastas, no la investigas, no la analizas, no la estudias, y te la crees tal cuál; esa información te dará el poder de ser más tonto.
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
sábado, 29 de noviembre de 2014
Podrás... Si quieres.
Queridos/as amigos/as:
“¿Porqué una persona se vuelve tan fría después de que le rompan el corazón?”
Fría. Desalmada. Insensible. Sola. Esta es la historia de un ser humano que vivió todo menos un cuento de hadas. En lugar de eso, le rompieron el corazón demasiadas veces. Confió más de lo que debía y eligió a la persona equivocada.
Érase una vez, un ser humano dispuesto a confiar, dispuesto a amar, dispuesto a permitirse ser franco con alguien. Pero después su corazón se rompió.
Toma ésta historia y multiplícala por cinco o por 10, y tienes tu producto final: el ser humano se volvió insensible. Protege su corazón como si no hubiera un mañana y preferiría morir antes de mostrar la menor señal de emoción. Ni siquiera tú Ángel que te guarda puede arreglarlo.
Ese ser humano, que una vez fue capaz de amar y de tener sentimientos, ahora está congelado y no tiene intención de bajar su guardia. No es capaz de dejar que otros semejantes se acerquen. Su subconsciente protege su corazón como si fuera el ejército.
Siempre tiene a un “amigo/a” con ventajas o está solo/a. Puede ser hermoso y cálido por fuera, pero por dentro es frío. Porqué eso es lo que años de que te rompan el corazón te hace.
No será el primero en enviar un mensaje de texto. No porque esté jugando contigo, sino porque tiene miedo. No te hará preguntas personales por miedo a que lo alejes. Se ha acostumbrado al rechazo, así que hace todo lo que puede para evitarlo.
Muchas personas creen que el haber sufrido hará que crezcas y te des cuenta de qué es lo que te mereces. Pero siendo realistas, el que te hieran puede evitar que crezcas al hacerte sentir incapaz de sentir. O que fijes una vara tan alta que no hay superhéroe que pueda superarlo.
Éste ser humano desalmado se ha declarado a sí mismo incapaz de tener sentimientos y compasión. “Abrirse a otros es una estupidez, y los sentimientos son para los débiles”.
Culpa al género, pero la mitad del tiempo es su culpa.
Cuando eres frío, es realmente difícil el comunicar tus sentimientos a las demás personas. Es por esto que la serie de “amigos/as” que podrían haber sido más, se convierten en nada más que sexo. Sigue por éste camino porqué cree que es la única forma de hacerlo sin exponerse.
Ya ha estado en ésta situación demasiadas veces, razón por la que ya es un lugar familiar para ella. El miedo a defender lo que realmente siente no sólo haría que demuestre emociones, sino que potencialmente le haría perder a esa persona, y eso es lo último que quiere.
Quiere ser amado por ser desalmado y frío. El problema es que esto raramente y difícilmente ocurrirá. Se ha arriesgado antes y ha decidido no actuar de la misma forma que consideró ser tonto antes.
¿Porqué esperar por volver a amar si no hay príncipe ni princesa, ni Rey ni Reina que lo recupere por él/ella?
Le tomó tanto tiempo el volver a ser fuerte e independiente (al menos por fuera), que piensa que es mejor no tener emociones que tener que levantarse del suelo.
Debes ser consciente de tú propia debilidad antes de levantarte, así cuando te yergas de nuevo sobre tus pies, la debilidad será fortaleza y, entregarte para sin miedo recibir.
Sólo tú serás capaz de hacerlo, nadie más.
Recuerda: para salir del agujero, hay que estar en el agujero.
Hasta aquí llego hoy, mañana más. Lo que no puedo prometer es que vaya a hacerlo mejor, pero si ponerme en ello.
Un abrazo
TONI
lunes, 3 de noviembre de 2014
Estando...
Mis queridos/as amigos/as:
“Seis meses, un instante. Ocho mil kilómetros, un paso”.
¿Suena raro verdad? Pues no debe de parecer tan raro, en realidad es la percepción con uno mismo decida tomárselo. Y siempre debe de ser con calma, pues no debes variar el ritmo natural de los acontecimientos; ya que poder si puedes, pero el resultado no será el mismo, y lo que realmente deseamos es el resultado, y que encima éste sea el deseado. Así que si quieres que algo salga bien, debes dejarlo fermentar (y es sólo cuestión de tiempo).
Paciencia (calma), soledad y comprensión. La perseverancia es la clave del éxito, y éste sólo llega cuando las tres cualidades anteriores se saben dominar, manejar y sobretodo: RESPETAR. Tres cualidades importantes en todo proceso de observación y escucha, pero sin obsesionarse, moderación incluso dentro de la propia moderación.
Luego, mientras estás en ese maravilloso proceso, aparecen la duda, la esperanza y la ilusión. Cualidades éstas que intervienen para observar el resultado de lo escrito en el párrafo anterior.
Y para no cometer errores de precipitación, distancia.
Siempre, o casi siempre, hablo de éstas cualidades para progresar. Y ahora, como llegados del Universo, se me han puesto de acuerdo y a la vez, con la distancia como principal obstáculo. Pero no hay distancia que esté lejos, pues desde lejos nos tenemos en el fuego, desde lejos nos tenemos en los mares, en los huesos y nuestros cuerpos como nuestros pensamientos se hacen aire y viajan para, en nuestros sueños aparecer y hablarnos.
Tus acciones te definen así como tu existencia, aliento. Si he de hacerlo desde lejos, pues lo hago (lo hacemos). Luego, quién sabe lo que pasará luego. Sólo sé, que cuando llega, es poner en orden lo que no estaba en su sitio y lo encuentra.
Tiempo al tiempo, y el tiempo, tiempo nos dará.
En tú fortaleza está mi presencia…
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
“Seis meses, un instante. Ocho mil kilómetros, un paso”.
¿Suena raro verdad? Pues no debe de parecer tan raro, en realidad es la percepción con uno mismo decida tomárselo. Y siempre debe de ser con calma, pues no debes variar el ritmo natural de los acontecimientos; ya que poder si puedes, pero el resultado no será el mismo, y lo que realmente deseamos es el resultado, y que encima éste sea el deseado. Así que si quieres que algo salga bien, debes dejarlo fermentar (y es sólo cuestión de tiempo).
Paciencia (calma), soledad y comprensión. La perseverancia es la clave del éxito, y éste sólo llega cuando las tres cualidades anteriores se saben dominar, manejar y sobretodo: RESPETAR. Tres cualidades importantes en todo proceso de observación y escucha, pero sin obsesionarse, moderación incluso dentro de la propia moderación.
Luego, mientras estás en ese maravilloso proceso, aparecen la duda, la esperanza y la ilusión. Cualidades éstas que intervienen para observar el resultado de lo escrito en el párrafo anterior.
Y para no cometer errores de precipitación, distancia.
Siempre, o casi siempre, hablo de éstas cualidades para progresar. Y ahora, como llegados del Universo, se me han puesto de acuerdo y a la vez, con la distancia como principal obstáculo. Pero no hay distancia que esté lejos, pues desde lejos nos tenemos en el fuego, desde lejos nos tenemos en los mares, en los huesos y nuestros cuerpos como nuestros pensamientos se hacen aire y viajan para, en nuestros sueños aparecer y hablarnos.
Tus acciones te definen así como tu existencia, aliento. Si he de hacerlo desde lejos, pues lo hago (lo hacemos). Luego, quién sabe lo que pasará luego. Sólo sé, que cuando llega, es poner en orden lo que no estaba en su sitio y lo encuentra.
Tiempo al tiempo, y el tiempo, tiempo nos dará.
En tú fortaleza está mi presencia…
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
martes, 29 de julio de 2014
Juegan con nosotros...
Mis queridos/as amigos/as:
Pocas veces me pronuncio sobre ciertos temas, pero tengo la necesidad de hacerlo. Estoy cansado de ver el expolio que bajo símbolos (sean los que sean) distraen al pueblo soberano bajo fines lucrativos de unos pocos.
Ahora no me extraña que la mayor riqueza mundial la tengan concentrada unos pocos, mientras nos sigan embelesando con símbolos de bajo ésta bandera, si adoras a éste becerro de oro…. Seremos más libres, más altos, más fuertes… Y lo que seremos es más esclavos de esos pocos que, ellos si se hacen más y más ricos, para que cuando les llegue el día de meterlo en una caja de pino, nada de lo amasado bajo engaños y mentiras se lo lleve. Dejando eso si, una larga estela de robos, apropiaciones y falsedades que por desgracia quedan impunes.
Ahora comprendo que si la cantidad de dinero hubiese tenido el destino por el cual se había enviado, ni España nos robaría, ni Catalunya no sería solidaría con el resto de pueblos que conforman éste mundo. Y lo que es más triste, que los valores humanos se reducen al valor del vil preciado metal.
Y no es que pretenda hacer demagogia sobre éste tema, pues aquellos que bien me conocen, el dinero lo utilizo para vivir como pienso y no para pensar como vivir. Soy amante del buen yantar y de ciertos lujos y privilegios, pero de lo que verdaderamente soy amante es de los valores y principios que rigen al ser humano como tal; y que al mismo tiempo tan escasos andamos de ellos.
Pienso (siento) que si aquellos que democráticamente hemos elegido, realmente tuvieran el valor de hacer lo que correspondería (y ahora puede que si haga demagogia), es decir, apropiarse debidamente de lo que indebidamente se apropiaron, y luego vas y lo justificas, pues las Leyes que esos han aprobado, no es para protegernos a nosotros, sino a ellos de nosotros (que es lo más grave). Pero claro, bajo los símbolos que han creado, nos han embelesado, y pueden que tal vez, y sólo tal vez, hasta tuvieran razón en las formas y el fondo, pero la realidad es otra.
No me imagino la cantidad de dinero que puede ser lo indebidamente apropiado, pero mi imaginación me lleva a imaginarme esas piscinas del Tío Gilito en las que nadaba en monedas y siempre, quería más y más monedas para ir llenando más y más piscinas dentro de enormes cajas fuertes. Y mientras, se cierran plantas de hospitales, se recortan sueldos a docentes, médicos, beneficencia, ayudas a familias con dependencia, se recortan pensiones a aquellos que trabajaron toda su vida dejándose la piel y a veces hasta el amor de los suyos, para construir un mundo mejor, que ahora en los albores de su vida, les niega el reconocimiento y lo que es peor, les priva de un final de etapa por éste terreno que es la vida, de ciertas comodidades y cuidados.
Mientras aquellos, que se enrollaron en un símbolo, al que desde mi humilde punto de vista, ni tan siquiera deseaban como nos hicieron creer, se enriquecían o lo dilapidaban en forma de fastos orgiásticos con meretrices, drogas y una vida a costa del sacrificio de una mayoría silenciosa y temerosa de que si no cumplen, a ellos SI, el peso de la Ley se les viene encima y los arruina de por vida.
Y como aquí nadie tiene el valor de apropiarse bajo el amparo de la Ley de lo que se sabe es apropiado indebidamente, y después seas tú quién justifique esa riqueza, nos conformamos con un escarnio público, un apartarlo de la vida pública, un juzgarlo, condenarlo y que esté un tiempo en la cárcel… pero eso si, de lo indebidamente apropiado, nada regresa a la caja general de todos los que en cierta medida, hemos puesto lo que nos ha tocado poner, y que es dónde debería estar para beneficiarnos de eso en lo que todos creemos: el estado del bienestar.
Que valores estamos fomentando, que clase de seres humanos estamos siendo, cuáles son realmente nuestros principios, realmente nos estamos transformando en una sociedad mejor en busca de un mundo mejor???? Yo creo que no, pero como decía Martin Luther King: “aún si supiera que el mundo se extinguiera mañana, Yo hoy igual plantaría mi manzano”.
Nos falta valor, les falta valor a aquellos que democráticamente hemos elegido, hacer lo que realmente tienen que hacer. Pero solo soy un ciudadano descontento y que no sale de su asombro ante tanta pasividad. La intención no cuenta, cuenta la acción.
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
Pocas veces me pronuncio sobre ciertos temas, pero tengo la necesidad de hacerlo. Estoy cansado de ver el expolio que bajo símbolos (sean los que sean) distraen al pueblo soberano bajo fines lucrativos de unos pocos.
Ahora no me extraña que la mayor riqueza mundial la tengan concentrada unos pocos, mientras nos sigan embelesando con símbolos de bajo ésta bandera, si adoras a éste becerro de oro…. Seremos más libres, más altos, más fuertes… Y lo que seremos es más esclavos de esos pocos que, ellos si se hacen más y más ricos, para que cuando les llegue el día de meterlo en una caja de pino, nada de lo amasado bajo engaños y mentiras se lo lleve. Dejando eso si, una larga estela de robos, apropiaciones y falsedades que por desgracia quedan impunes.
Ahora comprendo que si la cantidad de dinero hubiese tenido el destino por el cual se había enviado, ni España nos robaría, ni Catalunya no sería solidaría con el resto de pueblos que conforman éste mundo. Y lo que es más triste, que los valores humanos se reducen al valor del vil preciado metal.
Y no es que pretenda hacer demagogia sobre éste tema, pues aquellos que bien me conocen, el dinero lo utilizo para vivir como pienso y no para pensar como vivir. Soy amante del buen yantar y de ciertos lujos y privilegios, pero de lo que verdaderamente soy amante es de los valores y principios que rigen al ser humano como tal; y que al mismo tiempo tan escasos andamos de ellos.
Pienso (siento) que si aquellos que democráticamente hemos elegido, realmente tuvieran el valor de hacer lo que correspondería (y ahora puede que si haga demagogia), es decir, apropiarse debidamente de lo que indebidamente se apropiaron, y luego vas y lo justificas, pues las Leyes que esos han aprobado, no es para protegernos a nosotros, sino a ellos de nosotros (que es lo más grave). Pero claro, bajo los símbolos que han creado, nos han embelesado, y pueden que tal vez, y sólo tal vez, hasta tuvieran razón en las formas y el fondo, pero la realidad es otra.
No me imagino la cantidad de dinero que puede ser lo indebidamente apropiado, pero mi imaginación me lleva a imaginarme esas piscinas del Tío Gilito en las que nadaba en monedas y siempre, quería más y más monedas para ir llenando más y más piscinas dentro de enormes cajas fuertes. Y mientras, se cierran plantas de hospitales, se recortan sueldos a docentes, médicos, beneficencia, ayudas a familias con dependencia, se recortan pensiones a aquellos que trabajaron toda su vida dejándose la piel y a veces hasta el amor de los suyos, para construir un mundo mejor, que ahora en los albores de su vida, les niega el reconocimiento y lo que es peor, les priva de un final de etapa por éste terreno que es la vida, de ciertas comodidades y cuidados.
Mientras aquellos, que se enrollaron en un símbolo, al que desde mi humilde punto de vista, ni tan siquiera deseaban como nos hicieron creer, se enriquecían o lo dilapidaban en forma de fastos orgiásticos con meretrices, drogas y una vida a costa del sacrificio de una mayoría silenciosa y temerosa de que si no cumplen, a ellos SI, el peso de la Ley se les viene encima y los arruina de por vida.
Y como aquí nadie tiene el valor de apropiarse bajo el amparo de la Ley de lo que se sabe es apropiado indebidamente, y después seas tú quién justifique esa riqueza, nos conformamos con un escarnio público, un apartarlo de la vida pública, un juzgarlo, condenarlo y que esté un tiempo en la cárcel… pero eso si, de lo indebidamente apropiado, nada regresa a la caja general de todos los que en cierta medida, hemos puesto lo que nos ha tocado poner, y que es dónde debería estar para beneficiarnos de eso en lo que todos creemos: el estado del bienestar.
Que valores estamos fomentando, que clase de seres humanos estamos siendo, cuáles son realmente nuestros principios, realmente nos estamos transformando en una sociedad mejor en busca de un mundo mejor???? Yo creo que no, pero como decía Martin Luther King: “aún si supiera que el mundo se extinguiera mañana, Yo hoy igual plantaría mi manzano”.
Nos falta valor, les falta valor a aquellos que democráticamente hemos elegido, hacer lo que realmente tienen que hacer. Pero solo soy un ciudadano descontento y que no sale de su asombro ante tanta pasividad. La intención no cuenta, cuenta la acción.
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
sábado, 8 de febrero de 2014
Fábula: matar a la vaca.
Mis queridos/as amigos/as:
Decía JFK (John Fitzgerald Kennedy): “El conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”… Lo que hoy publico tiene que ver con eso, a veces nos conformamos y sólo hacemos que quejarnos, pero necesitamos de una espoleta que nos haga dejar de conformarnos y salir adelante.
Matar la vaca:
“Había una vez un viejo maestro que decidió visitar junto a su discípulo la casa más pobre de la comarca, donde malvivía una familia con una sola posesión: una famélica vaca cuya escasa leche les proveía de insuficiente alimento, pero alimento al fin y al cabo.
El padre, hospitalario, les invitó a pasar con ellos la noche. Al día siguiente, muy temprano, el maestro le dijo a su discípulo: “Ha llegado la hora de la lección”. Y el maestro sacó una daga y degolló a la pobre vaca.
- ¿Qué clase de lección deja a una familia sin nada? – se quejó el discípulo.
- Fin de la lección – fue la única respuesta.
Un año más tarde volvieron al pueblo y donde estaba la casucha destartalada encontraron una casa grande, limpia y bastante lujosa.
Vieron salir entonces al padre de familia, que no sospechaba que el maestro y el discípulo habían sido los responsables de la muerte de su único sustento, la vaca. Y les contó cómo el mismo día de su partida algún envidioso había degollado salvaje y cruelmente a su pobre animal.
-… esa vaca era nuestro sustento. Pero cuando vimos la vaca muerta, supimos que estábamos en verdaderos apuros y que teníamos que reaccionar. Y lo hicimos. Decidimos limpiar el patio que hay detrás de la casa, conseguimos algunas semillas y sembramos patatas y algunas legumbres para alimentarnos. Muy pronto vimos que nuestra granja casera producía más de lo que necesitábamos, y así empezamos a vender. Con las ganancias compramos más semillas, y así hasta hoy mismo que he comprado la casa de enfrente para plantar más patatas y hortalizas y algo de…
Mientras el padre de familia seguía hablando, el discípulo se dio cuenta de que aquella vaca había sido la cadena que mantenía a toda la familia atada a una vida de conformismo y mediocridad”.
¿Cuál es tú vaca?
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
Decía JFK (John Fitzgerald Kennedy): “El conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”… Lo que hoy publico tiene que ver con eso, a veces nos conformamos y sólo hacemos que quejarnos, pero necesitamos de una espoleta que nos haga dejar de conformarnos y salir adelante.
Matar la vaca:
“Había una vez un viejo maestro que decidió visitar junto a su discípulo la casa más pobre de la comarca, donde malvivía una familia con una sola posesión: una famélica vaca cuya escasa leche les proveía de insuficiente alimento, pero alimento al fin y al cabo.
El padre, hospitalario, les invitó a pasar con ellos la noche. Al día siguiente, muy temprano, el maestro le dijo a su discípulo: “Ha llegado la hora de la lección”. Y el maestro sacó una daga y degolló a la pobre vaca.
- ¿Qué clase de lección deja a una familia sin nada? – se quejó el discípulo.
- Fin de la lección – fue la única respuesta.
Un año más tarde volvieron al pueblo y donde estaba la casucha destartalada encontraron una casa grande, limpia y bastante lujosa.
Vieron salir entonces al padre de familia, que no sospechaba que el maestro y el discípulo habían sido los responsables de la muerte de su único sustento, la vaca. Y les contó cómo el mismo día de su partida algún envidioso había degollado salvaje y cruelmente a su pobre animal.
-… esa vaca era nuestro sustento. Pero cuando vimos la vaca muerta, supimos que estábamos en verdaderos apuros y que teníamos que reaccionar. Y lo hicimos. Decidimos limpiar el patio que hay detrás de la casa, conseguimos algunas semillas y sembramos patatas y algunas legumbres para alimentarnos. Muy pronto vimos que nuestra granja casera producía más de lo que necesitábamos, y así empezamos a vender. Con las ganancias compramos más semillas, y así hasta hoy mismo que he comprado la casa de enfrente para plantar más patatas y hortalizas y algo de…
Mientras el padre de familia seguía hablando, el discípulo se dio cuenta de que aquella vaca había sido la cadena que mantenía a toda la familia atada a una vida de conformismo y mediocridad”.
¿Cuál es tú vaca?
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
jueves, 31 de octubre de 2013
Ritos ancestrales...
Mis queridos/as amigos/as:
De Omar Vivar: El Samhain
El Samhain es una palabra que proviene del irlandés antiguo samain, samuin o samfuin, donde sam significa “verano” y fuin, “fin”; lo que muy probablemente puede ser interpretado como “fin del verano”.
El Samhain es pues una antigua festividad celta que tiene más de 3000 años de antigüedad —lo que la convierte quizá en una de las celebraciones más antiguas de la historia humana—, que se realizaba durante la noche del 31 de octubre y que ponía fin a la temporada de cosecha (tercera y última del año), por lo que también se le consideraba como el Año Nuevo Celta que a su vez, daba fin a la temporada anual de luz y marcaba el inicio a la temporada más oscura del año, es decir, la temporada de invierno donde todo es más frío, oscuro y no es posible la siembra. El Samhain de esta manera era entendido como una celebración de vida y de renacimiento a través de la muerte.
A menudo, el Samhain era una época para realizar un balance de las cosechas y del ganado que tendría que ser sacrificado para sobrevivir durante la temporada más oscura del año. Los antiguos celtas acostumbraban pues, a encender grandes fogatas y caminar alrededor de éstas, acompañados de sus animales o bien, vistiendo pieles de animales, como símbolo de purificación.
Se creía también que debido a que era el inicio de la temporada de oscuridad que, a su vez, daba lugar a muchas muertes dada la falta de comida, durante el Samhain las puertas que dividían al mundo de los vivos y los muertos se abrían y permitían el libre tránsito de las almas y otros espíritus que por esa noche podían convivir nuevamente con sus familiares vivos. De esta manera, para que los vivos pudieran estar en comunión con dichos espíritus la gente acostumbraba a dejar comida en altares que colocaba en las puertas de sus casas para que los muertos comieran y bebieran tranquilamente. Se pensaba además que, de no ofrecer la comida, los espíritus podrían enojarse y causar cualquier clase de problemas, por eso era tan importante este ritual, además de encender fogatas y hacer un balance de las cosechas y también de utilizar máscaras que los protegerían contra dichos espíritus.
Como ha ocurrido con muchas fiestas, tradiciones y dioses de diversas culturas alrededor del mundo, con la llegada del cristianismo se declaró el Samhain como una festividad pagana, asociada con Satanás, y con la brujería, razón por la cual, hoy en día se entienda como una celebración Wicca.
Al mismo tiempo, el cristianismo y, más tarde el catolicismo, la absorbió como parte de sus propias festividades, de esta manera el Samhain pronto se asoció con el Día de los Fieles Difuntos y poco después con el Día de Todos los Santos, ambas celebradas en todo el mundo católico hoy en día; a su vez, en países anglosajones evolucionó en la celebración actual deHalloween que en inglés significa “All Hallows Eve”, es decir, Día de Todos los Santos, volviéndose especialmente importante en Estados Unidos y, más recientemente, en países de América Latina.
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
De Omar Vivar: El Samhain
El Samhain es una palabra que proviene del irlandés antiguo samain, samuin o samfuin, donde sam significa “verano” y fuin, “fin”; lo que muy probablemente puede ser interpretado como “fin del verano”.
El Samhain es pues una antigua festividad celta que tiene más de 3000 años de antigüedad —lo que la convierte quizá en una de las celebraciones más antiguas de la historia humana—, que se realizaba durante la noche del 31 de octubre y que ponía fin a la temporada de cosecha (tercera y última del año), por lo que también se le consideraba como el Año Nuevo Celta que a su vez, daba fin a la temporada anual de luz y marcaba el inicio a la temporada más oscura del año, es decir, la temporada de invierno donde todo es más frío, oscuro y no es posible la siembra. El Samhain de esta manera era entendido como una celebración de vida y de renacimiento a través de la muerte.
A menudo, el Samhain era una época para realizar un balance de las cosechas y del ganado que tendría que ser sacrificado para sobrevivir durante la temporada más oscura del año. Los antiguos celtas acostumbraban pues, a encender grandes fogatas y caminar alrededor de éstas, acompañados de sus animales o bien, vistiendo pieles de animales, como símbolo de purificación.
Se creía también que debido a que era el inicio de la temporada de oscuridad que, a su vez, daba lugar a muchas muertes dada la falta de comida, durante el Samhain las puertas que dividían al mundo de los vivos y los muertos se abrían y permitían el libre tránsito de las almas y otros espíritus que por esa noche podían convivir nuevamente con sus familiares vivos. De esta manera, para que los vivos pudieran estar en comunión con dichos espíritus la gente acostumbraba a dejar comida en altares que colocaba en las puertas de sus casas para que los muertos comieran y bebieran tranquilamente. Se pensaba además que, de no ofrecer la comida, los espíritus podrían enojarse y causar cualquier clase de problemas, por eso era tan importante este ritual, además de encender fogatas y hacer un balance de las cosechas y también de utilizar máscaras que los protegerían contra dichos espíritus.
Como ha ocurrido con muchas fiestas, tradiciones y dioses de diversas culturas alrededor del mundo, con la llegada del cristianismo se declaró el Samhain como una festividad pagana, asociada con Satanás, y con la brujería, razón por la cual, hoy en día se entienda como una celebración Wicca.
Al mismo tiempo, el cristianismo y, más tarde el catolicismo, la absorbió como parte de sus propias festividades, de esta manera el Samhain pronto se asoció con el Día de los Fieles Difuntos y poco después con el Día de Todos los Santos, ambas celebradas en todo el mundo católico hoy en día; a su vez, en países anglosajones evolucionó en la celebración actual deHalloween que en inglés significa “All Hallows Eve”, es decir, Día de Todos los Santos, volviéndose especialmente importante en Estados Unidos y, más recientemente, en países de América Latina.
En fin, amigos y amigas, hasta aquí llego hoy, mañana más. No prometo hacerlo mejor pero si que haga lo que haga lo haré de la mejor manera posible.
Un abrazo
TONI
viernes, 20 de septiembre de 2013
Reflexionando...
Hola amigos/as:
Qué rápidamente nos formamos una opinión de otras personas, qué rápidamente llegamos a una conclusión sobre ellas. A la mente egótica le resulta satisfactorio etiquetar a otro ser humano, darle una identidad conceptual, pronunciar juicios severos. Cada ser humano ha sido condicionado a pensar y comportarse de cierta manera, condicionado tanto genéticamente como por sus experiencias infantiles y su entorno cultural.
No es que ese ser humano sea así, pero así es como se presenta. Cuando emites un juicio respecto a alguien, confundes los patrones mentales condicionados con lo que esa persona es. Esa acción, en sí misma, denota un patrón profundamente inconsciente y condicionado. Das a esa persona una identidad conceptual, y esa falsa identidad se convierte en una prisión no sólo para ella, sino también para ti. Evitar el juicio no implica ignorar lo que el otro hace; implica reconocer que su conducta es una forma de condicionamiento; implica verla y aceptarla tal como es, sin construir una identidad para esa persona a partir del condicionamiento. Eso te libera a ti y a la otra persona de la identificación con el condicionamiento, con la forma, con la mente. Entonces el ego ya no rige tu relación.
Mientras el ego dirija tu vida, la mayor parte de tus pensamientos, emociones y acciones surgirán del deseo y del miedo. Entonces, en las relaciones, o bien demandarás, o bien temerás algo de la otra persona. Puede que quieras placer o beneficios materiales, reconocimiento, alabanzas o atención, o fortalecer tu sentido del yo mediante la comparación y el establecimiento de que eres, tienes o sabes más que la otra persona. Y lo que temes es que ocurra justo lo contrario, que esa persona pueda reducir de algún modo tu sentido del yo. Cuando diriges tu atención al momento presente- en lugar de usarlo como un medio para un fin- vas más allá del ego y más allá de la compulsión inconsciente de usar a la gente como un medio para un fin, siendo el fin tu propio fortalecimiento a costa de los demás. Cuando prestas toda tu atención a la persona con la que estás interactuando, dejas fuera de la relación el pasado y el futuro, excepto para fines prácticos. Cuando estás plenamente presente en tus encuentros con otras personas, renuncias a la identidad conceptual que has creado para ellas - tu interpretación de quiénes son y de lo que hicieron en el pasado-, y eres capaz de interactuar prescindiendo de los movimientos egóticos del deseo y del miedo. La clave está en la atención, que es una alerta serena.
Qué maravilloso es poder ir más allá del deseo y del miedo en las relaciones. El amor no desea ni teme nada. Si su pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, sí su nivel de conciencia fuera tu nivel de conciencia, pensarías y actuarías exactamente como él o ella. Esta compresión trae consigo perdón, compasión y paz. Al ego no le gusta oír esto, porque pierde fuerza cuando no puede mostrarse reactivo y tener razón. Cuando recibes como a un noble invitado a cualquiera que venga al espacio del Ahora, cuando permites a cada persona ser como es, él o ella empieza a cambiar.
Para conocer a otro ser humano en su esencia, no te hace falta saber nada sobre él: su pasado, su historia personal, sus experiencias. El saber acerca de lo confundimos con un conocimiento más profundo, un conocimiento no-conceptual. Saber acerca de y el conocimiento no-conceptual son dos formas de conocer completamente distintas. Una tiene que ver con la forma; la otra, con lo informe. Una opera a través del pensamiento; la otra, a través de la quietud. Saber acerca de resulta útil a nivel práctico; de hecho, es imprescindible. No obstante, cuando ése es el modo predominante de conocer en las relaciones se vuelve muy limitante, incluso destructivo. Los conceptos y pensamientos crean una barrera artificial, una separación entre los seres humanos. Entonces tus interacciones no están enraizadas en el Ser, sino que se basan en la mente. Cuando no hay barreras conceptuales, el amor se encuentra presente de manera natural en todas las interacciones humanas.
La mayoría de las interacciones humanas se limitan a un intercambio de palabras: al reino del pensamiento. Es esencial conseguir cierta quietud particularmente en las relaciones íntimas. Ninguna relación puede crecer sin la sensación de espacio que acompaña a la quietud. Meditad juntos o pasad ratos en silencio en la naturaleza. Cuando vayáis de paseo, o estéis sentados en el coche o en casa, sentiros cómodos compartiendo la quietud. La quietud ni puede ser creada ni es necesario crearla. Simplemente, permaneced receptivos a la quietud que ya se encuentra presente, aunque suele quedar oscurecida por el ruido mental.
Si se pierde la quietud espaciosa, la relación estará dominada por la mente, y los problemas y los conflictos podrán adueñarse de ella fácilmente. Si está presente la quietud, podrá contener cualquier cosa. La verdadera escucha es otro modo de llevar quietud a la relación. Cuando escuchas verdadera-mente a alguien, surge la dimensión de quietud y se convierte en parte esencial de la relación. Pero la verdadera escucha es un don escaso. Generalmente, la mayor parte de la atención de la persona está consumida por su pensamiento. En el mejor de los casos, puede estar evaluando tus palabras o preparando la siguiente frase que va a decir. O puede que no te esté escuchando en absoluto, perdida en sus propios pensamientos. Va mucho más allá de la percepción auditiva. Es el emerger de una atención alerta, un espacio de presencia en el que las palabras son recibidas. Ahora las palabras se vuelven secundarias. Pueden ser significativas o pueden no tener sentido. Mucho más importante que aquello que estás escuchando es el acto mismo de la escucha, el espacio de presencia consciente que surge al escuchar. Ese espacio es un campo de conciencia unificador en el que te encuentras con la otra persona sin las barreras separativas creadas por el pensamiento conceptual. Y la otra persona deja de ser «otra». En ese espacio, estáis unidos en una misma alerta, una conciencia.
¿Vives dramas frecuentes y repetitivos en tus relaciones íntimas? ¿Desacuerdos relativamente insignificantes que provocan violentas discusiones y dolor emocional? Los patrones del ego básico, están en la raíz de estas experiencias: la necesidad de tener razón y, por supuesto, de que el otro esté equivocado; es decir, la identificación con posiciones mentales. También está presente la necesidad periódica del ego de estar en conflicto con algo o alguien para fortalecer su sentido de separación entre «yo» y el «otro», sin el que no puede sobrevivir. Además, está el dolor emocional acumulado del pasado que tú y cada ser humano arrastra en su interior, tanto de tu pasado personal como del dolor colectivo de la humanidad que se remonta mucho, mucho tiempo atrás. Este «cuerpo-dolor» es un campo energético interno que se adueña esporádicamente de ti porque necesita experimentar más dolor emocional para alimentarse y reabastecerse. Tratará de controlar tu pensamiento y de hacerlo profundamente negativo. Le encantan tus pensamientos negativos, porque resuenan con su frecuencia y puede alimentarse de ellos. También provoca reacciones emocionales negativas en las personas que están a tu alrededor, especialmente en tu pareja, para alimentarse del drama y del dolor emocional.
¿Cómo puedes liberarte de esta identificación inconsciente y profundamente arraigada con el dolor, que genera tanta miseria en tu vida?
Toma conciencia de él. Date cuenta de que no es quien tú eres, y reconócelo por lo que es: dolor del pasado. Sé su testigo cuando te ocurra o le ocurra a tu pareja. Cuando rompes tu identificación inconsciente con él, cuando eres capaz de observarlo dentro de ti, dejas de alimentarlo, y gradualmente perderá su carga energética. La interacción humana puede ser un infierno. O puede ser una gran práctica espiritual. Cuando miras a otro ser humano y sientes un gran amor por él, o cuando contemplas la belleza natural y algo dentro de ti responde profundamente a ella, cierra los ojos un momento y siente la esencia de ese amor o de esa belleza interna, inseparable de quien eres, de tu verdadera naturaleza. La forma externa es un reflejo temporal de lo que, en esencia, eres por dentro. Por eso el amor y la belleza nunca pueden abandonarte, aunque todas las formas externas lo harán.
¿Cuál es tu relación con el mundo de los objetos, con las incontables cosas que te rodean y que utilizas cada día? ¿La silla en la que te sientas, el bolígrafo, el coche, la taza? ¿Son para ti simples medios para un fin, o de vez en cuando reconoces su existencia, su ser, aunque sea brevemente, dándote cuenta de ellos y prestándoles atención? Cuando te apegas a los objetos, cuando los usas para justificar tu valía ante ti mismo o a ojos de los demás, la preocupación por las cosas puede adueñarse completamente de tu vida. Cuando te identificas con las cosas, no las aprecias por lo que son, porque te estás buscando en ellas. Cuando aprecias un objeto por lo que es, cuando reconoces su ser sin proyecciones mentales, no puedes dejar de sentirte agradecido por su existencia. También podrías sentir que en realidad no es inanimado, que sólo parece inanimado a los sentidos. Los físicos confirman que, a nivel molecular, cada objeto es un campo de energía pulsante. La apreciación desinteresada del reino de las cosas hará que el mundo que te rodea cobre vida de un modo que ni siquiera puedes comenzar a comprender con la mente.
Cuando te encuentras con alguien, aunque sea muy brevemente, ¿reconoces su ser prestándole toda tu atención? ¿O le reduces a un medio para un fin, un mero papel o función? ¿Cuál es la calidad de tu relación con la cajera del supermercado, con el empleado del aparcamiento, con el mecánico, con el «cliente»? Un momento de atención es suficiente. Mientras le miras o le escuchas hay una alerta silenciosa tal vez de unos pocos segundos, tal vez más larga. Eso es suficiente para que emerja algo más real que los papeles con los que nos identificamos y que estamos acostumbrados a desempeñar. Todos los papeles son parte de la conciencia condicionada característica de la mente humana. Lo que emerge a través del acto de atención es lo incondicionado: quien eres en tu esencia, por debajo de tu nombre y de tu forma. Dejas de seguir un guión, te vuelves real. Cuando esa dimensión emerge dentro de ti, también la evocas en la otra persona.
En último término no hay otro, siempre te estás encontrando contigo mismo.
Hasta aquí llego hoy, mañana más, aunque no puedo prometer que sea mejor.
Un abrazo
TONI
Qué rápidamente nos formamos una opinión de otras personas, qué rápidamente llegamos a una conclusión sobre ellas. A la mente egótica le resulta satisfactorio etiquetar a otro ser humano, darle una identidad conceptual, pronunciar juicios severos. Cada ser humano ha sido condicionado a pensar y comportarse de cierta manera, condicionado tanto genéticamente como por sus experiencias infantiles y su entorno cultural.
No es que ese ser humano sea así, pero así es como se presenta. Cuando emites un juicio respecto a alguien, confundes los patrones mentales condicionados con lo que esa persona es. Esa acción, en sí misma, denota un patrón profundamente inconsciente y condicionado. Das a esa persona una identidad conceptual, y esa falsa identidad se convierte en una prisión no sólo para ella, sino también para ti. Evitar el juicio no implica ignorar lo que el otro hace; implica reconocer que su conducta es una forma de condicionamiento; implica verla y aceptarla tal como es, sin construir una identidad para esa persona a partir del condicionamiento. Eso te libera a ti y a la otra persona de la identificación con el condicionamiento, con la forma, con la mente. Entonces el ego ya no rige tu relación.
Mientras el ego dirija tu vida, la mayor parte de tus pensamientos, emociones y acciones surgirán del deseo y del miedo. Entonces, en las relaciones, o bien demandarás, o bien temerás algo de la otra persona. Puede que quieras placer o beneficios materiales, reconocimiento, alabanzas o atención, o fortalecer tu sentido del yo mediante la comparación y el establecimiento de que eres, tienes o sabes más que la otra persona. Y lo que temes es que ocurra justo lo contrario, que esa persona pueda reducir de algún modo tu sentido del yo. Cuando diriges tu atención al momento presente- en lugar de usarlo como un medio para un fin- vas más allá del ego y más allá de la compulsión inconsciente de usar a la gente como un medio para un fin, siendo el fin tu propio fortalecimiento a costa de los demás. Cuando prestas toda tu atención a la persona con la que estás interactuando, dejas fuera de la relación el pasado y el futuro, excepto para fines prácticos. Cuando estás plenamente presente en tus encuentros con otras personas, renuncias a la identidad conceptual que has creado para ellas - tu interpretación de quiénes son y de lo que hicieron en el pasado-, y eres capaz de interactuar prescindiendo de los movimientos egóticos del deseo y del miedo. La clave está en la atención, que es una alerta serena.
Qué maravilloso es poder ir más allá del deseo y del miedo en las relaciones. El amor no desea ni teme nada. Si su pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, sí su nivel de conciencia fuera tu nivel de conciencia, pensarías y actuarías exactamente como él o ella. Esta compresión trae consigo perdón, compasión y paz. Al ego no le gusta oír esto, porque pierde fuerza cuando no puede mostrarse reactivo y tener razón. Cuando recibes como a un noble invitado a cualquiera que venga al espacio del Ahora, cuando permites a cada persona ser como es, él o ella empieza a cambiar.
Para conocer a otro ser humano en su esencia, no te hace falta saber nada sobre él: su pasado, su historia personal, sus experiencias. El saber acerca de lo confundimos con un conocimiento más profundo, un conocimiento no-conceptual. Saber acerca de y el conocimiento no-conceptual son dos formas de conocer completamente distintas. Una tiene que ver con la forma; la otra, con lo informe. Una opera a través del pensamiento; la otra, a través de la quietud. Saber acerca de resulta útil a nivel práctico; de hecho, es imprescindible. No obstante, cuando ése es el modo predominante de conocer en las relaciones se vuelve muy limitante, incluso destructivo. Los conceptos y pensamientos crean una barrera artificial, una separación entre los seres humanos. Entonces tus interacciones no están enraizadas en el Ser, sino que se basan en la mente. Cuando no hay barreras conceptuales, el amor se encuentra presente de manera natural en todas las interacciones humanas.
La mayoría de las interacciones humanas se limitan a un intercambio de palabras: al reino del pensamiento. Es esencial conseguir cierta quietud particularmente en las relaciones íntimas. Ninguna relación puede crecer sin la sensación de espacio que acompaña a la quietud. Meditad juntos o pasad ratos en silencio en la naturaleza. Cuando vayáis de paseo, o estéis sentados en el coche o en casa, sentiros cómodos compartiendo la quietud. La quietud ni puede ser creada ni es necesario crearla. Simplemente, permaneced receptivos a la quietud que ya se encuentra presente, aunque suele quedar oscurecida por el ruido mental.
Si se pierde la quietud espaciosa, la relación estará dominada por la mente, y los problemas y los conflictos podrán adueñarse de ella fácilmente. Si está presente la quietud, podrá contener cualquier cosa. La verdadera escucha es otro modo de llevar quietud a la relación. Cuando escuchas verdadera-mente a alguien, surge la dimensión de quietud y se convierte en parte esencial de la relación. Pero la verdadera escucha es un don escaso. Generalmente, la mayor parte de la atención de la persona está consumida por su pensamiento. En el mejor de los casos, puede estar evaluando tus palabras o preparando la siguiente frase que va a decir. O puede que no te esté escuchando en absoluto, perdida en sus propios pensamientos. Va mucho más allá de la percepción auditiva. Es el emerger de una atención alerta, un espacio de presencia en el que las palabras son recibidas. Ahora las palabras se vuelven secundarias. Pueden ser significativas o pueden no tener sentido. Mucho más importante que aquello que estás escuchando es el acto mismo de la escucha, el espacio de presencia consciente que surge al escuchar. Ese espacio es un campo de conciencia unificador en el que te encuentras con la otra persona sin las barreras separativas creadas por el pensamiento conceptual. Y la otra persona deja de ser «otra». En ese espacio, estáis unidos en una misma alerta, una conciencia.
¿Vives dramas frecuentes y repetitivos en tus relaciones íntimas? ¿Desacuerdos relativamente insignificantes que provocan violentas discusiones y dolor emocional? Los patrones del ego básico, están en la raíz de estas experiencias: la necesidad de tener razón y, por supuesto, de que el otro esté equivocado; es decir, la identificación con posiciones mentales. También está presente la necesidad periódica del ego de estar en conflicto con algo o alguien para fortalecer su sentido de separación entre «yo» y el «otro», sin el que no puede sobrevivir. Además, está el dolor emocional acumulado del pasado que tú y cada ser humano arrastra en su interior, tanto de tu pasado personal como del dolor colectivo de la humanidad que se remonta mucho, mucho tiempo atrás. Este «cuerpo-dolor» es un campo energético interno que se adueña esporádicamente de ti porque necesita experimentar más dolor emocional para alimentarse y reabastecerse. Tratará de controlar tu pensamiento y de hacerlo profundamente negativo. Le encantan tus pensamientos negativos, porque resuenan con su frecuencia y puede alimentarse de ellos. También provoca reacciones emocionales negativas en las personas que están a tu alrededor, especialmente en tu pareja, para alimentarse del drama y del dolor emocional.
¿Cómo puedes liberarte de esta identificación inconsciente y profundamente arraigada con el dolor, que genera tanta miseria en tu vida?
Toma conciencia de él. Date cuenta de que no es quien tú eres, y reconócelo por lo que es: dolor del pasado. Sé su testigo cuando te ocurra o le ocurra a tu pareja. Cuando rompes tu identificación inconsciente con él, cuando eres capaz de observarlo dentro de ti, dejas de alimentarlo, y gradualmente perderá su carga energética. La interacción humana puede ser un infierno. O puede ser una gran práctica espiritual. Cuando miras a otro ser humano y sientes un gran amor por él, o cuando contemplas la belleza natural y algo dentro de ti responde profundamente a ella, cierra los ojos un momento y siente la esencia de ese amor o de esa belleza interna, inseparable de quien eres, de tu verdadera naturaleza. La forma externa es un reflejo temporal de lo que, en esencia, eres por dentro. Por eso el amor y la belleza nunca pueden abandonarte, aunque todas las formas externas lo harán.
¿Cuál es tu relación con el mundo de los objetos, con las incontables cosas que te rodean y que utilizas cada día? ¿La silla en la que te sientas, el bolígrafo, el coche, la taza? ¿Son para ti simples medios para un fin, o de vez en cuando reconoces su existencia, su ser, aunque sea brevemente, dándote cuenta de ellos y prestándoles atención? Cuando te apegas a los objetos, cuando los usas para justificar tu valía ante ti mismo o a ojos de los demás, la preocupación por las cosas puede adueñarse completamente de tu vida. Cuando te identificas con las cosas, no las aprecias por lo que son, porque te estás buscando en ellas. Cuando aprecias un objeto por lo que es, cuando reconoces su ser sin proyecciones mentales, no puedes dejar de sentirte agradecido por su existencia. También podrías sentir que en realidad no es inanimado, que sólo parece inanimado a los sentidos. Los físicos confirman que, a nivel molecular, cada objeto es un campo de energía pulsante. La apreciación desinteresada del reino de las cosas hará que el mundo que te rodea cobre vida de un modo que ni siquiera puedes comenzar a comprender con la mente.
Cuando te encuentras con alguien, aunque sea muy brevemente, ¿reconoces su ser prestándole toda tu atención? ¿O le reduces a un medio para un fin, un mero papel o función? ¿Cuál es la calidad de tu relación con la cajera del supermercado, con el empleado del aparcamiento, con el mecánico, con el «cliente»? Un momento de atención es suficiente. Mientras le miras o le escuchas hay una alerta silenciosa tal vez de unos pocos segundos, tal vez más larga. Eso es suficiente para que emerja algo más real que los papeles con los que nos identificamos y que estamos acostumbrados a desempeñar. Todos los papeles son parte de la conciencia condicionada característica de la mente humana. Lo que emerge a través del acto de atención es lo incondicionado: quien eres en tu esencia, por debajo de tu nombre y de tu forma. Dejas de seguir un guión, te vuelves real. Cuando esa dimensión emerge dentro de ti, también la evocas en la otra persona.
En último término no hay otro, siempre te estás encontrando contigo mismo.
Hasta aquí llego hoy, mañana más, aunque no puedo prometer que sea mejor.
Un abrazo
TONI
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